Nueva imagen de Jesús de Medinaceli en Herencia

Nueva imagen de Jesús de Medinaceli en Herencia

Nueva imagen de Jesús de Medinaceli de Herencia1

Sin duda, una de las iconografías religiosas más populares es la del Cristo de Medinaceli, representación de la imagen de Jesús de pie, con mirada al frente, vestido con túnica morada, coronado de espinas, maniatado y con el escapulario de los trinitarios sobre el pecho. Es la representación de un Cristo Cautivo que iconográficamente nos narra uno de los momentos de la Pasión comprendido entre el Prendimiento de Jesús y el instante en el cual es cargado con la cruz tras la promulgación de su sentencia a morir crucificado.

Nueva imagen de Jesús de Medinaceli de Herencia1

Cierto es que a lo largo de la historia del arte pueden encontrarse múltiples variantes iconográficas de Cautivos, si bien, la más afamada es sin duda la del Medinaceli, creación netamente española que debido a su gran popularidad se extendió rápidamente por todo el país como un tipo iconográfico propio y singular.

Su origen hay que buscarlo en la primera mitad del siglo XVII, cuando dicha imagen fue realizada en unos talleres sevillanos como una representación iconográfica enmarcada dentro de los denominados Cristos “de la Sentencia”. Era en realidad la talla de un Nazareno o Cristo con la cruz a cuesta, articulada y de vestir. La imagen fue llevada por los hermanos capuchinos hasta la plaza de Mámora, en Marruecos, entonces bajo bandera española, con la intención de que fuera venerada por los soldados españoles. Allí estuvo durante varias décadas hasta que, en 1681, esta plaza cayó bajo el ejército de Musley Ismael que, según la leyenda, mandó arrastrar por las calles de la ciudad la imagen del Cristo.

Poco tiempo después, en una de las campañas de redención de cautivos emprendida por los frailes trinitarios, la imagen fue rescatada y liberada. Según cuenta la leyenda, el sultán pidió por la imagen su peso en oro, por lo que se colocó en el plato de una balanza mientras que en el otro fueron depositando monedas de oro quedando, para sorpresa de todos, equilibrada la balanza al llegar a las 30 monedas. El mismo precio por el que fue vendido Cristo por Judas.

La imagen fue llevada a Ceuta donde sería conocida como el Jesús del Rescate. De allí, y tras pasar por diferentes ciudades españolas, llegó a Madrid en agosto de 1682. En la capital del reino sería custodiada en el convento de los Padres Trinitarios Descalzos, junto al cual, en 1689, se le erigió una capilla para su veneración. La edificación de dicho templo fue costeada a expensas de los duques de Medinaceli, convirtiéndose también en su lugar de enterramiento, lo que ocasionó que finalmente la talla terminara conociéndose como el Cristo de Medinaceli.

Este breve repaso por los orígenes de la historia (y leyenda) de esta imagen, nos sirve para explicar el nacimiento de la iconografía del Cautivo por antonomasia. Como se ha dicho, en su origen nos encontramos ante la imagen de un Nazareno con la cruz a cuestas, motivo por el cual todavía hoy es denominado en muchos lugares como el Nazareno. Lo cierto es que con el devenir del tiempo y a causa de los diferentes avatares se piensa que la imagen del Nazareno perdió la cruz, por lo que sus manos fueron dispuestas entrecruzadas cual “cautivo”, lo que unido a la colocación del escapulario de los trinitarios sobre su pecho, símbolo de que había sido “rescatado” por dicha Orden, dio origen a una nueva iconografía que se extendió por toda España, la del Medinaceli. Esta iconografía de cautivo es la que presenta el paso del Ecce Homo o representación de Cristo en el momento de ser presentado por Poncio Pilatos ante el pueblo, maniatado, con el torso desnudo o cubierto parcialmente por un paño que deja ver las heridas de la flagelación y el Nazareno, Cristo condenado a morir crucificado, ya vestido con la túnica morada y portando la cruz sobre su hombro camino del Calvario.

 La imaginería del Medinaceli en Herencia

En Herencia, después de la Guerra Civil, fue adquirida una imagen del Cristo de Medinaceli, obra realizada en pasta madera y firmada por uno de los muchos talleres de arte religioso propios de la ciudad gerundense de Olot. De tamaño notablemente inferior al natural, no era una imagen de vestir como la comentada de Madrid, sino que túnica, pelo, corona de espinas y cordón con el cual estaba maniatado se encontraban modelados en la propia imagen, cuya tez destacaba por su intenso color moreno, incluso más que el famoso Medinaceli de Madrid, posiblemente por la oxidación propia de los pigmentos originales de la obra.

Antigua imagen de Jesús de Medinaceli de Herencia
Antigua imagen de Jesús de Medinaceli de Herencia

Esta imagen de Olot sería la que, hasta el pasado año 2014, procesionaría en el vía crucis que todos los primeros viernes del mes de marzo se realizaba en su honor. También fue una de las primeras imágenes en procesionar durante las estaciones de penitencia de la Semana Santa herenciana de la posguerra, concretamente el Domingo de Resurrección, donde hacía las veces Resucitado hasta que la Junta de Hermandades adquirió una talla propia para tal fin. No sería hasta el año 2009, ya conformada una hermandad propia encargada de su culto, cuando de nuevo esta imagen volvió a procesionar dentro de la Semana de Pasión herenciana.

Sin embargo, recientemente dicha imagen del Medinaceli de Herencia ha sido sustituida por otra nueva. Su cambio fue aprobado en asamblea general de su hermandad y contó con el visto bueno del obispado.

La nueva talla, bendecida el pasado día 22 de febrero en ermita de la Labradora, es obra procedente de los talleres de arte religioso Salmerón de Socuéllamos y salida de las manos del joven imaginero Óscar Salmerón Campos, licenciado en Bellas Artes y autor de otras tallas religiosas entre las que cabe destacar el Resucitado de la albacetense localidad de El Bonillo, una imagen de la Verónica para la localidad de Soria o una Virgen Dolorosa de Guadalajara.

Óscar Salmerón, es continuador, junto a su hermano David, de la herencia familiar de su padre, el escultor Luis Salmerón, quien en 1974 crea su propio taller de arte religioso en Socuéllamos (Ciudad Real) para dar respuesta a la demanda, un tanto ecléctica,  de servicios artísticos de las parroquias tras el Concilio Vaticano II. Este taller dirigido en la actualidad por los hermanos David y Óscar, cuenta con 20 profesionales de distintas disciplinas como escultores, tallistas, doradores, policromadores, orfebres, carpinteros, restauradores, etc. todos ellos con una dilatada experiencia y profesionalidad. De allí proceden otras imágenes de la Semana Santa de Herencia como son la Virgen de la Soledad o las imágenes de Pilatos, un romano y un niño con palangana que suelen completar el paso del Cristo de la Misericordia.

La nueva talla del Medinaceli de Herencia es imagen de vestir. Su cuerpo interior es de madera de haya sin esculpir, siendo los únicos elementos tallados y cincelados los que no quedarán cubiertos con la túnica morada destinada a vestir la imagen y que en este caso corresponden a la cara, manos y pie, para los cuales se ha empleado madera de cedro. La imagen 1’80 m., ligeramente más grande que el Medinaceli de Madrid y mucho mayor que la anterior imagen existente en Herencia, cuenta con una policromía castellana, de tonos levemente más oscuros de lo normal, pero sin llegar a la intensidad de los existentes en la anterior imagen. Salmerón presenta una concepción clásica de este tipo iconográfico. Una imagen algo hierática de Cristo preso, maniatado, con la vista al frente, reflexivo y con los ojos casi llorosos, de una gran fuerza expresiva, pues el autor quiere captar el momento justo en el cual Jesús asimila y acepta su condena a morir en la cruz por la salvación de la humanidad.

Nueva imagen de Jesús de Medinaceli de Herencia
Nueva imagen de Jesús de Medinaceli de Herencia

La imagen se completa con una corona de espinas, obra también de los talleres Salmerón, realizada en madera de acacia en el que destaca la longitud y finura de sus pinchos que recuerdan al estilo andaluz de este tipo de representaciones y de la cual brota abundante sangre que cubre la frente del Cristo. Es de destacar también que el pelo no es talla, sino peluca de cabello natural adquirida en la madrileña y afamada “Casa Ángel”, dedicada a la venta de artículos religiosos desde hace décadas. Allí fueron adquiridos también el manto morado que viste el Medinaceli y el cordón de hilo de oro que ata sus manos, todo ello, al igual que la propia talla de la imagen, donación anónima realizada a la hermandad.

Es pues, una nueva imagen que viene a enriquecer el patrimonio religioso de la localidad de Herencia que en los últimos años va aumentando cuantitativa y cualitativamente gracias, principalmente, a los diferentes proyectos de hermandades y cofradías, verdaderos promotores, garantes, protectores y custodios de un importante y, muchas veces desconocido, patrimonio artístico.

Por Claro Manuel Fdez.-Caballero Martín-Buitrago
Ldo. en Historia del Arte y profesor del Aula de Historia Local
de la Universidad Popular de Herencia.

Artículo publicado en El Semanal de La Mancha del 27-03-2015, pág. 34. 

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