“En un lugar de la Mancha…”
Se acerca el momento. Estamos a tan sólo dos días de la espectacular aventura que un herenciano va a iniciar. Los datos no nos pueden dejar indiferentes: 600 días de viaje alrededor de 32 países, del Hemisferio Norte al Hemisferio Sur, 27000 kilómetros, viajando montado en bicicleta en total soledad, de Herencia a Nueva Zelanda…sin duda una hazaña impresionante.
Pero a veces, los datos no dejan de ser números y términos fríos que nos alejan del sentimiento de las cosas, del sentido de nuestra vida y del alma del ser humano. Hace unos días compartí unos momentos con el protagonista de esta particular empresa aventurera, el joven herenciano Elías, y lo que vi en sus ojos cuando me relataba los pormenores de su proyecto me mostró un mundo de ilusiones, de sueños (que no delirios) y de una fábula dispuesta a ser escrita pedalada a pedalada, kilómetro a kilómetro y suspiro tras suspiro.
No exagero si creo que nuestra localidad está viviendo un momento histórico. Cuando Herencia se parapeta en sus anales para argumentar su amor por el Carnaval, transmitido generación tras generación, y que se transfiere como un curioso gen a todos los herencianos, surge un personaje, conocido por todos, que no hay que imaginarlo en siglos pasados, y que quiere llevar la marca carnavalera herenciana a los confines de nuestra geografía planetaria.
Y así se nos presenta Elías: Quijote manchego a lomos de su particular Rocinante de dos ruedas, Ulises en un éxodo festivo para ser espejo de su pueblo en el mundo. Y todo esto, por si fuese poco el atrevimiento, vestido de Perlé.
Insisto, no es un personaje inmerso en el ministerio del tiempo. No es un capellán de las Ánimas del siglo XVI, ni un cofrade animero del siglo XVIII, ni un mayordomo de Carnaval del siglo XIX, ni la autoridad del siglo XX que defendió la idiosincrasia de nuestra fiesta. No, ahora no… ahora se trata de un joven veinteañero, de carne y hueso, de los que conocemos a sus padres y a sus abuelos (menuda aventura también para ellos) el que va a llevar el nombre de Herencia y su Carnaval, y su mancheganía, y su espíritu… por Europa, Asia y Oceanía.
Hoy a tan sólo horas del comienzo de gesta quiero darte mi ánimo, contagiado de tu ilusión, de tu amor a tus raíces, de tu entusiasmo, … y hoy deseo mostrarte mi ambición de ser humilde pregonero de tus vivencias diarias, de conocer todo lo que recorra tu alma y tu ser cuando estés en pleno esfuerzo y hacerlo llegar a todos los que van a seguir tu proeza.
Ánimo, Elias, la historia está en tus piernas y en tu cabeza, y todos nosotros queremos darte ese hálito de valor y coraje al que te aferres cuando la debilidad sea tu compañera de viaje.
