Etapa 27. El Perlé herenciano en Friburgo

Etapa 27. El Perlé herenciano en Friburgo

Miércoles, 10 de Agosto de 2016.

“…sabed que mi oficio no es otro sino valer a los que poco pueden, vengar a los que reciben tuertos, y castigar alevosías” (Cap. XVII, 1ª parte de “El Quijote”)

¡Ah! para empezar la etapa de hoy dejar claro un detalle. El amigo Elías cuando para en un MCDonalds a por agua y buscar wi-fi es por dos razones: la primera porque la conexión a internet es rápida y potente, y la segunda, y no menos importante, es porque el agua es gratis. Para un caballero rodante como tú, con un presupuesto tan ajustado, el poder quitarse la sed de toda una jornada de pedaleo incesante sin que afecte a su enjuto patrimonio es un regalo a los que no se debe hacer ascos.

Comienzas la etapa despidiéndote de Laussane (donde has visitando el Museo Olímpico) y te adentras en un discurrir por pequeñas localidades como Lutry, Grandvaux o Forel. Poblaciones pequeñas, de no más de dos mil habitantes, pero que se encuentran a las orillas del lago Lemán, y por su gran importancia natural constituyen un  área declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Los primeros kilómetros ascendiendo y por caminos ondulados muy hermosos entre los campos y los viñedos con vistas desde arriba al Lago que ofrecen un aspecto casi íntimo a tu acaecer de trotamundos.

Pasas por Essertes y Oron le Châtel donde despides el cantón de Vaud y entras en el de Friburgo (estrenado en la localidad de Romont) en cuya capital (del mismo nombre) tendrás el destino de la jornada de hoy. En la citada Romont conversas con unos hombres jóvenes que juegan a la petanca. Te extraña su juventud, cuando aquí en España la petanca se relaciona con personas mayores. Te invitan a una cerveza que no aceptas por querer estar en condiciones para seguir tu ruta, y a cambio te dan unos francos suizos para que te invites a su nombre cuando puedas. ¡Es increíble!.

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Pasas por las pequeñas poblaciones de Cottens y Villars sur Glâne que sirven de antesala a la ciudad de Frigurgo.

Friburgo es una ciudad bilingüe donde se habla francés y alemán.  Fundada sobre una terraza sobre el río Sarine en el siglo XII, la ciudad está dividida en dos partes. La más histórica es la parte baja, rica en edificios medievales y parcialmente cercada por murallas. Es curioso que un país principalmente protestante en esta ciudad la mayoría de la población profesa la religión católica, destacando en esta confesión la Abadía de Maigrauge. Los patrones de la ciudad son San Nicolás de Bari y Santa Catalina. En esta ciudad se encuentra la única universidad católica de Suiza.

Preciosa la Catedral de San Nicolás, de estilo gótico con una torre principal de 74 metros de altura y con una escalera para acceder a lo más alto de ella compuesta por 365 escalones. La catedral de San Nicolás está construida de “molasse”, una roca sedimentaria abundante en Suiza.

Friburgo es la ciudad de la fuentes, por el gran número de ellas que tiene: la Fuente de la Fidelidad, la Fuente de la Fuerza, Fuente de la Samaritana, Fuente de la Valentía, Fuente de Nuestra Señora del Rosario, Fuente de San Jorge, Fuente de San Juan, Fuente de Sansón, Fuente del Salvaje, Fuente de Santa Ana y Fuente Jo Siffert.

Empezamos esta crónica hablando del agua gratuita en el McDonalds, pues vemos que en Friburgo con el gran número de fuentes que tiene, la obtención del líquido elemento está sobradamente garantizada.

Como curiosidad la gran cantidad de museos que salpican la ciudad. Algunos muy originales como el museo de la máquina de coser, el museo de títeres y marioneta y, cómo no, el museo de la cerveza de la marca Cardinal que se produce en esta capital.

Terminas la jornada y “el corazón te va rápido, por la incertidumbre de llegar al lugar donde te esperan”. Eres acogido por un matrimonio de antropólogos y sus hijos. Tenéis en común que habéis estudiado en la misma Universidad, la de Puebla en México. Pasas la noche en una espectacular casa del siglo XVII “preciosa e impresionante”.

Esta mañana has tenido un momento emocionalmente delicado. Cuando te has despedido de Mariajo y Mat. Ha sido un momento en el que la separación de unos amigos te ha dejado un poco vacío y triste al reencontrarte con la soledad. Sin embargo te has adentrado en un bosquecillo, cercano a un extenso maizal, y en él has visto a poca distancia de ti un ciervo en total libertad. Esta imagen, encuentro fugaz,  te ha vuelto a insuflar de ánimo para seguir adelante.

Hoy es el día de San Lorenzo, fecha de referencia para observar las perseidas cruzando el cielo del hemisferio norte. Caballero Elías, cuando mires el cielo suizo a ver si descubres alguna estrella fugaz que te asegura el buen provecho de tu empresa.

Los problemas con el wifi harán que esta crónica llegue un día más tarde de lo que debiera, pero como dijera Ortega y Gasset somos nosotros y nuestras circunstancias.

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