El Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, participará a partir del mes de enero en un ensayo clínico internacional con el objetivo de lograr un tratamiento contra la migraña para aquellos pacientes en los que no funciona ninguna de las terapias actuales.
Como explica el jefe de Servicio de Neurología, el doctor Antonio Yusta, el ensayo con un nuevo tratamiento intravenoso surge por iniciativa de un grupo de investigación de Estados Unidos y participarán, además del de Guadalajara, otros diez hospitales españoles junto a 50 de todo el mundo, principalmente norteamericanos.
El Hospital de Guadalajara ha sido seleccionado por el trabajo desarrollado en torno a la migraña, sus publicaciones en revistas científicas y las revistas de divulgación dirigidas a estudiantes de Medicina.
Precisamente hoy, 12 de septiembre, se celebra el Día Internacional contra la Migraña, una de las patologías más frecuentes. Es de causa desconocida aunque se cree que de transmisión genética, y afecta a un tercio de los pacientes de Neurología. “De los 3.800 pacientes nuevos que atendemos al año, alrededor de 1.000 padecen cefaleas”, asevera el doctor Yusta, y está relacionada con “entre 300 y 400 de las atenciones que se realizan en el hospital cada mes”.
La migraña, añade, tiene “un coste importantísimo” debido al gasto farmacológico, las asistencias médicas que genera, las bajas laborales y también la reducción de la productividad, de hasta un 50 por ciento los días en que el trabajador padece un episodio.
A diferencia de la cefalea, en el caso de la migraña confluyen una serie de síntomas previos al dolor de cabeza, como alteraciones visuales, cambios de humor o incluso retención de líquidos.
El dolor característico de la migraña puede afectar a uno u otro lado de la cabeza, es de carácter pulsátil (parecido a un latido) y se asocia a hiperestesia, es decir, a que la persona sienta molestias ante la luz, los sonidos, los olores o sienta dolor simplemente al palparse la piel del cráneo.
Los episodios de migraña pueden durar entre cuatro horas y varios días, y una de sus características es que suele respetar el descanso nocturno.
También resulta muy variable el número de episodios que padece cada persona, existiendo pacientes con migraña crónica (la padecen más de 15 días al mes durante más de seis meses) y otros en los que la frecuencia de los episodios puede ser una vez al mes, cada pocos meses o una vez al año. En función del tipo de migraña, se escoge un tratamiento diferente.
La migraña afecta en mayor medida a las mujeres, hasta un 18 por ciento frente al 12 por ciento de varones, y suele aparecer durante la pubertad. En algunos casos obedece a razones hormonales, por lo que algunas mujeres dejan de padecerla cuando llegan a la menopausia.
Recomendaciones frente a la migraña
Desde el Servicio de Neurología del Hospital de Guadalajara recuerdan recomendaciones tanto para paliar como para prevenir las migrañas. Una de ellas es tomar analgésicos “en cuanto se empieza a notar: es un error esperar que se pase por sí sola, pues si transcurre más de una hora, la posibilidad de mejora es casi nula”. Asimismo, se recomienda ingerir con café caliente o una bebida carbonatada para favorecer la absorción y que actúe lo más rápido posible.
Del mismo modo, es conveniente permanecer en un lugar tranquilo, evitando ruido y luces y también movimientos.
Por otra parte, se debe acudir al médico para un tratamiento personalizado y evitar los factores desencadenantes de la migraña, como determinadas comidas que cada paciente debe aprender a detectar y evitar. Pueden ser quesos, chocolates, frutos secos, vinos o el glutamato monosódico que se emplea para potenciar el sabor de algunas comidas, entre otros.
Otros factores que predisponen la aparición de la migraña son el consumo de alcohol, tabaco y ciertos fármacos, el exceso de café o la privación brusca del mismo. Tampoco conviene dejar pasar demasiado tiempo entre ingestas, siendo lo ideal comer cinco veces al día.
Finalmente, Antonio Yusta afirma que en todos los casos, la migraña se agrava con la alteración del ritmo circadiano, esto es, dormir más o menos horas de las habituales.