“Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que los libros dicen que se puede”. De “La canción de nosotros”, Eduardo Galeano.
Desde que comenzó el presente 2019 tú, amigo Elías, has vivido una serie de acontecimientos que han jalonado el mes de enero, aunque tu vuelta a la aventura perleriana junto a Penélope se haya demorado más de lo deseado por causas diferentes.
En primer lugar la noticia de una pérdida irreparable que se hace más difícil de superar a miles de kilómetros de tu pueblo. Son momentos complicados: de confusión, de nudos que hay que deshacer, de emociones y tristezas… Sin duda, una situación en la que la soledad se hace más patente y donde, estando en el corazón de la Indida, creencias como la de la reencarnación parecen marcar un camino para entender lo efímero de nuestro recorrido vital.
El 5 de Enero, mientras asimilas este acontecimiento te encuentras en Goa, ciudad del occidente indio, donde vas organizando las fechas y trámites burocráticos para volver a Vietnam y de ahí pasar a la inconmensurable China.
Goa está situada en una zona tropical, cercana al mar Arábigo, y sus edificios religiosos (iglesias y conventos) fueron declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1986. A partir del siglo XVI este enclave se convirtió rápidamente en el centro de la India colonizada por el imperio portugués y se convirtió en la capital del Virreinato portugués de Asia que incluía a la India, a Malaca, Indonesia, Timor Oriental, el golfo Pérsico, Macao en China y las bases comerciales en Japón.
Por ser capital del virreinato, Goa recibió los mismos privilegios cívicos que ostentaba Lisboa y se consolidó, además, como el principal mercado para los productos de todo el Este: perlas y coral de Baréin (golfo Pérsico), porcelana y sedas de China, especias del archipiélago malayo y telas o productos manufacturados de Portugal.
El Imperio portugués impuso el catolicismo como religión oficial y prohibió a los habitantes que practicasen otras religiones. La Inquisición lusa (1560-1812) se encargó de verificar que las conversiones no fuesen falsas o que no se practicaran otras religiones en secreto.
Después de que Goa pasara a formar parte del Imperio portugués, este territorio fue visitado por misioneros españoles, encabezados por el jesuita san Francisco Javier, que llegó a la India el 6 de mayo de 1542 y, por segunda vez, el 18 de febrero de 1552. Allí Francisco Javier, empezó a predicar y a enseñar a los ciudadanos indios la doctrina católica.
Definitivamente volarás de regreso a Vietnam el 28 de enero, por lo que vas a poder disfrutar de una experiencia única como es la de participar en el festival hindú (el más grande del mundo) de Kumbh Mela. Esta fiesta que se celebra cada doce años tiene lugar supone un multitudinario y colorista encuentro de peregrinos en la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna. Te desplazas en tren hasta el lugar de la celebración.
El Kumbh Mela tiene sus orígenes en la mitología hindú –se cree que cuando los dioses y los demonios se peleaban por una jarra de néctar, unas gotas cayeron en las ciudades de Allahabad, Nasik, Ujjain y Haridwar– los cuatro lugares donde, de forma alterna, se ha celebrado el festival de Kumbh Mela durante siglos.
El ambiente se satura de perfume de flores e incienso; los himnos védicos y el canto de mantras envuelven el entorno, donde millones de peregrinos acuden para bañarse en las aguas sagradas de los ríos Ganges y Yamuna. Además de los baños multitudinarios, la atracción principal del festival son la procesiones encabezadas por sadhus –hombres santos hindúes– que desfilan junto a elefantes, camellos, caballos, carrozas y agrupaciones musicales.
La experiencia es impresionante. Una gran aventura dentro del periplo perleriano que iniciaste hace más de dos años. Y tu presencia en este festival te llena de fascinación hacia una cultura de más de 5000 años de historia. Tus preguntas sobre estas gentes no son sino las razones filosóficas que desde el principio de la humanidad han movido el mundo:
“¿Cómo no van a saber de la vida? ¿Cómo no van a saber de la muerte? ¿Cómo no van a haberse sentado a pensar sobre la existencia? ¿Cómo en tantos años no habrán meditado sobre lo que somos y porqué somos?… Y ¿para qué?.
El 19 de enero me haces llegar esos audios describiéndome el entorno festivo en el que te encuentras. Esa macro-romeria hindú donde el humo asola el ambiente donde se juntan los reales ríos Ganges y Yamuna con el imaginario río Sarasvati (mencionado en el libro de los Vedas). Eres invitado por una comunidad de hindúes donde disfrutarás de las tradicciónes culturales y conocerás a gurús, sadhus y babas que siguen el camino de la penitencia y la austeridad para obtener la iluminación y la felicidad.
No olvidará nunca la experiencia vivida en Allahabady el recuerdo de ese baba de barba blanca que te invitó a su casa, junto con su esposa, a tomar té y dulces. Dos horas de conversación donde te impregnastes de esas cosas que la India brinda y que responden un poco a esas preguntas existenciales que todos tenemos y que concluyen en un «crecer para compartir».
En esas noches húmedas y brumosas recuerdas la romería de la Virgen de la Cabeza de Andújar y el Viña Rock como ejemplos de multitud vividas en España, pero que no son comparables con ese macro festival socio-religioso del que eres partícipe. La espiritualidad se desprende por todos los poros del entorno donde te hallas.
En tus audios, mientras me describes todo lo que te rodea, hablas con los lugareños en una mezcla idiomática impresionante. Cada vez me asombras más, caballero Elías.
Tras más de una semana en el Kumbh Mela y disfrutar de una “experiencia brutal”te diriges a
Varanasi o Benarés. Esta ciudad, según los arqueólogos, tiene mas de 4000 años de antigüedad, lo que la pone como una de las ciudades mas antiguas del mundo. Los hinduistas la consideran como una de las principales ciudades de peregrinación. Se le considera como una ciudad santa pues se cree que una de las cuatro cabezas del dios Brahma consiguió descansar al llegar a esta ciudad. Según la religión hindú, toda persona que muera en Varanasi o a 60 kilómetros a la redonda queda liberado del ciclo de las reencarnaciones.
El hinduismo considera los baños en el río Ganges purificadores de los pecados, es por ello que cada madrugada miles de fieles llegan al pie del Ganges a bañarse en sus aguas sin importar el alto grado de contaminación en el que se encuentran. En Varanasi todo lo echan al Ganges, basura, desagüe, cuerpos cremados y hasta cadáveres enteros; una verdadera locura. Según la tradición todo hinduista debe bañarse en las aguas del Ganges por lo menos una vez en su vida.
En todos estos días del mes de enero, Penélope quedó relegada en la ciudad de Chennai donde has de volver para recogerla y empaquetarla para el vuelo que te regresará a Vietnam el 28 de Enero. Recibo tu audio en el taxi que te lleva hasta el aeropuerto, encajonado como vas pues es el paquete que contiene tu montura quien ocupa el mayor espacio del vehículo que os transporta. El vuelo te lleva a Hanoi haciendo escala en Singapur.
Te resientes de una tos que te incordia desde tu estancia a las orillas del Ganges, donde el ambiente cargado de humo y polvo pararece que dejaron secuela en ti.
El primer mes del 2019 concluye y el ánimo del caballero manchego para proseguir su aventura es, como siempre, un ejemplo de constancia e ilusión.
Y llega febrerillo loco y te hallas en Hanoi esperando a ver, si de una vez por todas, puedes pegar el salto a la gran China. De momento otro retraso pues entre el 2 y el 10 de febrero se celebra la llegada del nuevo año chino (el año del cerdo) y todos los trámites que estén relacionados con la burocracia de este país quedan totalmente paralizados. Mientras tanto, recibo audios tuyos y compartimos citas y referencias del gran filósofo Platón.
Tras el parón festivo se presenta el jueves 14 de febrero, donde se producirá la esperada cita administrativa en la embajada que, si los hados así lo quieren, te permitirá seguir tu periplo aventurero. Uno de los últimos trámites que te piden es poseer un seguro de viaje y gracias a unos amigos de Granada que conociste, precisamente hace unos meses en Hanoi, y que te hicieron “un regalo de reyes”consistente en un año de cobertura y asistencia médica, esta gestión no supondrá ningún problema.
15 de febrero: el visado para atravesar China está en tu poder. Expectación y emociones encontradas, cultura milenaria junto con libertades en entredicho, diversidad increible junto a presión sobre las minorías,… Espero que nuestra comunicación pueda ser factible pues, en este país, whatsapp, facebook y otras redes sociales están totalmente prohibidas.
Desde tu llegada a Hanoi una concienzuda puesta a punto de Penélope (pedales y cuentakilómetros nuevos, arreglos de roscas desgastadas, una cubierta nueva…) y todo preparado para reiniciar la marcha.
Por supuesto en estas fechas echas de menos el espíritu carnavalero que se siente en Herencia. Una alegría muy particular que me describes y que, a la distancia que estamos, y en esa connivencia carnavalesca que nos une me emocionan tus palabras de forma especial. Llevas un cartel del carnaval herenciano de 2017 en tu equipaje como representación de la fiesta de tu pueblo.
Hasta aquí un resumen de dos meses de parentésis en tu pedaleo que no en tu aventura, pues todo lo que vives son episodios del gran acontecimiento que el Perlé herenciano se propuso y que sigue manteniéndose igual de vivo que en el momento en la cual comenzó.
En unos días una nueva crónica donde describir tu avance desde Hanoi hasta la frontera china discurriendo a orillas del Río Rojo y tus primeros días dentro de la incomparable República Popular China.
¡¡ Un fuerte abrazo, compañero!!