La imaginería de la Semana Santa en Herencia

La imaginería de la Semana Santa en Herencia

La imaginería de la Semana Santa en Herencia 1

La imaginería religiosa siempre evoca los momentos y las figuras clave de la fe cristiana, y son un elemento importantísimo en nuestros templos, procesiones y cualquier manifestación de la misma.

El Concilio de Trento definió la postura de la Iglesia católica frente a las doctrinas reformistas y, junto con los decretos doctrinales y disciplinares, trató del papel de las representaciones religiosas en la nueva Iglesia. Frente al rechazo que los protestantes habían manifestado al culto de las imágenes, el Concilio admitió ese culto y así mantuvo una costumbre muy arraigada en la Iglesia católica. Este culto a las imágenes se utilizaba como un medio de transmitir el mensaje religioso a las clases populares. No podemos olvidar que en aquel tiempo la mayoría del pueblo no sabía leer ni escribir. Por medio de las historias de los misterios de la redención, descritos en pinturas, esculturas, representaciones teatrales…, el pueblo era instruido y artículos de fe.

Basándose en las directrices del Concilio de Trento, la representación de la Pasión de Cristo, así como de los Santos y Mártires debía buscar la veracidad y mostrarles afligidos, sangrando, heridos, pálidos, con la piel lacerada, deformados….

Será España donde más espectacularmente se desarrolle este tipo de floreciente para la im aginería religiosa y con ella el florecimiento de las llamadas “escuelas”, tales como la Escuela Castellana, (destaca Valladolid), la Escuela Andaluza, (sobresalen Sevilla, Córdoba, Granada y Málaga), la Escuela Murciana y la Escuela Canaria. 

Curiosamente un máximo exponente de la imaginería española, el murciano Francisco Salzillo, era descendiente de un herenciano. El grandioso imaginero murciano, nacido en  1707, era nieto del herenciano Juan Alcaraz que se casó con la murciana Magdalena Gómez. Una hija de éstos, Isabel Alcaráz, fue la madre del gran Salzillo.

En Herencia, desde hace siglos, gozamos de una amplia representación de esta imaginería religiosa contribuyendo de forma destacada a engrandecer y llenar de belleza la Semana Santa. 

Así, en 1677, la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia llegó a Herencia; a finales del siglo XVII o principios del XVIII empezaría a procesionar en la localidad la imagen de la Virgen de los Dolores; en el siglo XVIII aparecen referencias del antiguo Cristo del Consuelo del Convento procesionando en el Domingo de Ramos. Hacia 1770 sabemos de una imagen de un “nazareno” en la ermita de San Bartolomé llamado Jesús de la Veracruz. Otras imágenes de pasión, constatadas a finales del siglo XVIII,  eran la de Jesús de la Columna, Jesús de la Pena o el Descendimiento.

La imaginería de la Semana Santa en Herencia 2

A partir de mediados del pasado siglo XX nuevas imágenes fueron completando el patrimonio artístico-religioso de pasión del que podemos disfrutar en la actualidad. Por último, hace tan sólo unos años, se completó este caudal escultórico con la adquisición por parte de la hermandad herenciana de Jesús de Medinaceli y de la Virgen de la Asunción de una talla de Jesús de Medinaceli. Una imagen de las denominadas de vestir que representa a un Cristo hierático, ejemplo de la concepción clásica de este tipo  iconográfico.

Hoy ha llegado hasta nosotros un acervo escultórico cercano a la treintena de imágenes que rememoran distintos pasajes de la Pasión y Muerte de Jesús. Algunas de ellas muy populares por su tradición histórica, su devoción religiosa o, simplemente, por verlas procesionar año tras año; otras, sin embargo, permanecen en un total anonimato dentro de algún lugar religioso de la localidad. 

La belleza del arte religioso es indudable y es una gran oportunidad para hablar a la inteligencia y a la sensibilidad de las gentes, sean o no creyentes. Al valor evangelizador innegable hay que unir otra serie de atractivos, pues toda representación artística es capaz de suscitar y conmover sentimientos y, no menos importante, el conjunto de esta imaginería religiosa compone un secular patrimonio testigo del devenir histórico de nuestra sociedad.  

Todas estas esculturas son un ejemplo del conjunto del patrimonio religioso de la localidad herenciana que, en los últimos tiempos, ha ido aumentando gracias al esfuerzo de las diferentes hermandades y cofradías que se convierten así en depositarias y protectoras de una riqueza cultural transmitida de generación en generación.

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