A la hora de hacer un viaje con nuestro coche, es fundamental asegurarnos que todo está correcto, más aquellos elementos que se encargan de ofrecer seguridad y confort cuando vamos al volante para evitar cualquier accidente. En este sentido, uno de los elementos más importantes son los amortiguadores, elementos que no se ven pero que tienen un papel fundamental a la hora de conseguir la mejor estabilidad del coche cuando se mueve por carretera.
Ya que se trata de un elemento tan importante, hoy queremos hablar sobre él, para conocer el porqué de su importancia, así como los tipos de amortiguadores que existen. Os animamos a que sigáis leyendo para informaros de todo.
Qué es un amortiguador y para qué sirve
Los amortiguadores del coche son elementos fundamentales dentro de la seguridad activa del vehículo, formando parte del sistema de suspensión. Está ubicado entre el chasis y las ruedas del vehículo, encargándose de proteger de golpes, impactos y vibraciones tanto a los pasajeros como al resto de elementos del automóvil. Gracias a él, se consigue convertir la energía cinética en térmica.
Una de las cosas más importantes que ofrece los amortiguadores, es el control de las oscilaciones de la suspensión para ganar mejor adherencia a la calzada, haciendo que las ruedas estén en todo momento en contacto con el suelo. Además de esto, también ofrece una mejor estabilidad en el paso por curva, ayuda a reducir la distancia de frenado y absorbe las irregularidades del terreno.
Pero para conseguir todo lo comentado, es muy importante que el amortiguador esté en perfectas condiciones. Cuando este está muy rígido, se reduce el confort a la hora de conducir. Por otra parte, si está demasiado blando, podemos llegar a perder el control del vehículo. Por este motivo, siempre es importante asegurarnos de que los amortiguadores estén en perfecto estado.
Tipos de amortiguadores que existen para coches
Hoy en día, nos podemos encontrar un gran número de amortiguadores pensados para todo tipo de vehículos. Pasemos a hablar de algunos de ellos.
Amortiguadores de doble tubo a presión de aceite
Suelen ser los amortiguadores más comunes hoy por hoy. Están formados por una cámara mayor, por una menor, un pistón, un cilindro y una válvula que se sitúa entre ambas cámaras. Dentro de la cámara mayor es donde se ubican el cilindro y el pistón. A la hora de llevar a cabo su trabajo, el aceite para por el cilindro gracias a la intervención del pistón, y por la cámara menos por medio de la válvula.
Amortiguadores bitubo de gas-aceite
Los amortiguadores bitubo de gas-aceite, además de utilizar un el tubo habitual donde está el pistón, también cuenta con otra cavidad anular alrededor de un tubo interior donde se transfiere el aceite durante el proceso de la compresión. Esto suele ser manejado por válvulas de control especiales ubicadas en la parte inferior del amortiguador. El pistón también tiene las válvulas de control de los frenos hidráulicos normales en compresión y rebote.
A diferencia de la versión monotubo, se consigue disponer de una mayor cantidad de aceite para conseguir una mayor estabilidad térmica del fluido. Con este sistema se evita el problema de la aparición de cavidades de aire ya que la cámara de compresión se llena exclusivamente de aceite, ya que el aire ocupa sólo la parte superior de la cámara de compresión anular.
Amortiguadores monotubulares de gas-aceite
A diferencia del caso anterior, los amortiguadores monotubulares incluyen un sólo cilindro que está dividido en dos cámaras. En una de ellas se introduce gas nitrógeno presurizado, mientras que en la cámara superior se encuentra el aceite. En este tipo de amortiguadores, el gas y el aceite se encuentran separados por un pistón flotante que se encarga de que se formen burbujas de aire que pueda impedir su buen funcionamiento.
Este sistema ofrece la ventaja de que el nitrógeno es capaz de funcionar como un muelle. De esta forma, la presión ejercida por el gas en el aceite que está dentro del tubo asegura una respuesta instantánea ante cualquier cambio que se produzca en la calzada.
Cómo detectar que un amortiguador está fallando
Detectar que un amortiguador está fallando es uno de los puntos más importantes para garantizar una mejor seguridad en nuestro vehículo. En este sentido, existen algunos síntomas inconfundibles de que es el momento de realizar su cambio. Veamos algunos de estos síntomas.
- Excesivo rebote del coche. Si se detecta un incremento en el rebote del coche a la hora de coger un bache, es muy probable que el sistema de suspensión esté fallando.
- Comportamiento extraño al paso por curva. Si se observa que, al tomar una curva, el coche tiende a irse recto, es otra señal de mal funcionamiento.
- Desgaste anormal de los neumáticos. Si todo funciona bien, los neumáticos deberían desgastarse de forma homogénea. Si se observa un desgaste excesivo en determinadas zonas, algo podría estar fallando en los amortiguadores.
- Ruidos extraños. Si al pasar por un bache se escucha un ruido extraño, no lo demores y revisar los amortiguadores.
- Vehículo desnivelado. Si observamos que nuestro vehículo está más alto de un lado que de otro, puede ser problema de que los amortiguadores no están haciendo bien su trabajo.
Cómo elegir un amortiguador
Ahora la pregunta del millón, ¿cómo elegir el mejor amortiguador para nuestro coche? Pasemos a ver algunos consejos que son clave para elegir el amortiguador adecuado.
- Tipo de vehículo: Es una de las cosas que más debemos tener en cuenta, ya que existen diversos tipos de amortiguadores que están diseñados para según qué tipos de vehículo.
- Uso del vehículo: Otra de las cosas a tener en cuenta, es evaluar el tipo de uso que se le dará al vehículo, ya que no será lo mismo si se lleva mucha carga, que si es para uso ocasional.
- Calidad del fabricante: No todos os amortiguadores ofrecen el mismo rendimiento. Infórmate del fabricante antes de decantarte por uno o por otro.
Si después de todo esto aún sigue teniendo dudas, lo mejor es acudir a un experto que te asesore y que te ayude en tu elección.
