El verano se encuentra en su pleno apogeo y las altas temperaturas representan un verdadero desafío para la salud, sobre todo en las zonas más calurosas del país. Mantenerse hidratado y protegerse del calor extremo es crucial para evitar los temidos golpes de calor. A continuación, presentamos quince recomendaciones para afrontar las olas de calor de manera segura y efectiva:
- Mantener un nivel de hidratación constante: Beber suficiente agua es fundamental para mantenerse hidratado, incluso si no se tiene sed. El cuerpo humano pierde al día una media de entre 2,5 y 3 litros de agua corporal que hay que reponer para el correcto funcionamiento del organismo.
- Evitar la actividad física durante las horas pico de calor: La sudoración excesiva puede provocar una deshidratación más rápida. Si se realiza actividad física, hay que evitar la exposición directa al sol y las horas centrales del día.
- Permanecer en espacios frescos durante las horas de más calor: En las horas de mayor temperatura, que suelen ser entre las 13:00 y las 18:00 horas, es preferible permanecer en lugares con aire acondicionado o bien ventilados.
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en agua: Alimentos como las frutas y las verduras aportan agua y son ideales para el consumo en días calurosos.
- Llevar siempre una botella con agua a mano: Es importante poder hidratarse en cualquier momento y lugar.
- Consumir bebidas refrescantes hechas a base de agua: Las infusiones frías o el agua con gas son excelentes opciones para mantenerse hidratado de una manera más agradable.
- Usar ropa ligera y de colores claros: La ropa de colores claros absorbe menos calor y si es de tejidos ligeros y naturales permitirá una mejor transpiración.
- Usar protección solar: Aplicar protector solar con un factor de protección alto y renovarlo cada dos horas y después de cada baño.
- Usar sombreros o gorras y gafas de sol: Protegerán tu cabeza y tus ojos de la radiación solar directa.
- Evitar las comidas copiosas: Las comidas ligeras y frescas ayudan a mantener el cuerpo hidratado y no generan tanto calor durante la digestión.
- Darse baños o duchas de agua fresca: Ayudan a reducir la temperatura corporal.
- Mantener las ventanas cerradas y las persianas bajadas durante las horas de más calor: De esta forma se evitará que el calor entre en el hogar.
- Evitar el alcohol y las bebidas con cafeína: Estas sustancias pueden deshidratar el organismo.
- Descansar adecuadamente: El calor puede causar fatiga, por lo que es necesario garantizar un buen descanso.
- Prestar atención a los grupos más vulnerables: Las personas mayores, las embarazadas, los niños y las personas enfermas tienen un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, por lo que debemos prestarles especial atención.
Es esencial seguir estas recomendaciones para mantener un buen nivel de hidratación y, en caso de presentar síntomas como somnolencia, mareos, dolor fuerte de cabeza, sed excesiva, piel enrojecida y falta de sudoración, acudir inmediatamente a un centro médico. Recuerda que la prevención es la clave para afrontar las olas de calor de manera segura y efectiva.
