Esta semana ha aterrizado un nuevo vuelo procedente del Sahara, trayendo a 35 niños que pasarán los próximos meses en nuestra provincia gracias al programa ‘Vacaciones en Paz’. La recepción de los pequeños ha tenido lugar en la Escuela de Música, donde se les ha proporcionado un espacio cómodo para realizar todos los trámites documentales necesarios antes de ser acogidos por sus familias anfitrionas.
El evento ha contado con la presencia del alcalde Sergio García Navas, la concejala de Bienestar Social Conchi Rodríguez Palancas, y miembros destacados de la Federación de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui de Ciudad Real, así como de la asociación local ‘El Uali’.
Un acto de solidaridad y compromiso
El programa ‘Vacaciones en Paz’ permite a estos niños disfrutar de un verano seguro y acogedor, lejos de las difíciles condiciones de los campamentos de refugiados en el Sahara. Este año, como en anteriores ediciones, las familias de acogida han mostrado un notable esfuerzo y compromiso, abriendo sus hogares y corazones para proporcionar a estos pequeños una experiencia inolvidable.
El alcalde Sergio García Navas ha destacado la importancia de este programa y el impacto positivo que tiene tanto en los niños como en las familias de acogida. «Este es un acto de solidaridad que nos enorgullece como comunidad. Es una oportunidad para que estos niños vivan experiencias nuevas y enriquecedoras en un entorno seguro», afirmó.
Por su parte, Conchi Rodríguez Palancas, concejala de Bienestar Social, subrayó el papel crucial de las asociaciones implicadas en la organización y coordinación del programa. «Gracias a la colaboración de la Federación de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui y la asociación local ‘El Uali’, podemos asegurar que estos niños tienen unas vacaciones dignas y felices», declaró.
Un verano lleno de oportunidades
Durante su estancia, los niños participarán en diversas actividades recreativas y educativas diseñadas para su disfrute y desarrollo. Las familias de acogida no solo les ofrecen un hogar temporal, sino también la oportunidad de integrarse en la vida cotidiana de nuestra comunidad, aprender el idioma y crear vínculos afectivos que perdurarán en el tiempo.
Este programa no solo beneficia a los niños saharauis, sino que también enriquece a las familias de acogida y a la comunidad en general, promoviendo valores de solidaridad, empatía y comprensión intercultural.
Con la llegada de estos 35 niños, Ciudad Real reitera su compromiso con la causa saharaui y demuestra una vez más que la solidaridad y el apoyo a los más necesitados son pilares fundamentales de nuestra sociedad.
