Guadalajara, 30 de agosto de 2024
El yacimiento arqueológico del Abrigo de la Malia, en Tamajón, celebra este domingo 1 de septiembre una nueva jornada de puertas abiertas a la ciudadanía, que se desarrollará desde las 11.00 a las 13.00 horas. En esta jornada, los visitantes que hayan cursado previamente su reserva podrán conocer los vestigios de la ocupación del Homo sapiens en el corazón de la península Ibérica y los trabajos realizados por un equipo especializado a lo largo de la última campaña y las anteriores.
El Abrigo de la Malia fue descubierto en 2017 durante una prospección. Al año siguiente, en 2018, se iniciaron las excavaciones, las cuales han permitido recuperar numerosas evidencias de presencia humana, como herramientas líticas, restos de animales con marcas de corte producidas por cuchillos de piedra e incluso armas de caza, según ha asegurado el delegado en Guadalajara del Gobierno regional, José Luis Escudero.
Las excavaciones en estas cuevas de Tamajón han sido posibles gracias a la financiación del Gobierno de Castilla-La Mancha a través de convocatorias anuales para la excavación e investigación de patrimonio arqueológico y paleontológico, y contando con la colaboración del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). Además, han contado con el apoyo del Ayuntamiento de Tamajón y del Grupo Espeleológico Abismo de Guadalajara.
Esta investigación también ha contado con la financiación del Consejo Europeo de Investigación y la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España.
A lo largo de este año, está previsto que continúen las excavaciones en el yacimiento con el objetivo de recuperar más elementos que permitan profundizar en el conocimiento de las formas de vida de las poblaciones que habitaron la zona y seguir explorando en la secuencia estratigráfica para encontrar unidades cada vez más antiguas.
El hallazgo de la Malia desafía las hipótesis anteriores
Hasta ahora, el análisis de los conjuntos líticos del nivel inferior y de los restos óseos hallados indican una antigüedad comprendida entre 36.000 y 31.000 años, correspondientes al periodo Auriñaciense. En cuanto al nivel superior, este ha revelado una antigüedad que oscila entre los 27.000 y los 25.000 años, lo que sugiere para los investigadores que se dieron repetidos asentamientos en este territorio a lo largo del Paleolítico superior.
El descubrimiento de este yacimiento en Tamajón ha contribuido a llenar un vacío en el registro arqueológico de la región y también permite comprender cómo eran las condiciones climáticas en ese momento y lugar.
La península Ibérica es una región clave en la evolución humana, al encontrarse en el extremo suroccidental del continente europeo, refugio para las poblaciones paleolíticas. De ahí que cuente con numerosos yacimientos que se corresponden con los primeros milenios de ocupación de humanos modernos.
Sin embargo, a diferencia de las regiones costeras, se consideraba que durante aproximadamente 15.000 años, el centro peninsular fue inhóspito e inhabitable para las primeras poblaciones de Homo sapiens que utilizaban la cultura Auriñaciense. Este periodo coincide con una fuerte inestabilidad climática, con rápidas oscilaciones que derivaron en un enfriamiento progresivo.
En los últimos años, nuevas prospecciones y excavaciones en varios enclaves del interior peninsular han puesto en duda esta hipótesis, abriendo la puerta a modelos alternativos de colonización del territorio. Este esfuerzo ha dado sus frutos en el yacimiento de la Malia, con ese abrigo rocoso localizado en Tamajón, contribuyendo a la reapertura del debate sobre la dinámica poblacional del Paleolítico superior inicial en el suroeste de Europa.