La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) ha publicado un detallado informe sobre los riesgos asociados a las tormentas eléctricas, acompañado de un decálogo de medidas preventivas. Este documento llega en un momento oportuno, ya que a pesar de encontrarnos en pleno verano, la atmósfera se presenta más dinámica, propiciando un aumento en la frecuencia de las tormentas eléctricas.
Según las estadísticas proporcionadas por APAM-CLM, el 30% de las personas alcanzadas por un rayo fallecen y el 74% de los supervivientes sufren discapacidades permanentes. Asimismo, más del 70% de los fallecimientos ocurren entre los meses de junio y agosto. Solo en la noche del 30 al 31 de agosto de 2024, cayeron 1.928 rayos en territorio español, lo que subraya la urgencia de tomar medidas preventivas.
El informe destaca que la probabilidad de ser alcanzado por un rayo es mayor en zonas rurales, aunque estudios recientes también indican que la contaminación urbana puede favorecer la caída de rayos. Entre los grupos más afectados se encuentran las personas que realizan actividades recreativas al aire libre, que representan el 52% de los fallecimientos, y los trabajadores, especialmente en la construcción y la agricultura, que representan el 25%.
Las consecuencias médicas de ser alcanzado por un rayo pueden ser graves. Las afectaciones más peligrosas son las neurológicas y cardiopulmonares, que pueden provocar asistolia, fibrilación ventricular, parada respiratoria, quemaduras, pérdida de visión y audición, y fracturas óseas.
Para contrarrestar estos peligros, APAM-CLM ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir daños por caída de rayos. Entre estas destacan prestar atención a los partes meteorológicos antes de realizar actividades al aire libre, evitar zonas altas y expuestas durante una tormenta, no correr con ropa mojada y deshacerse de objetos metálicos y apagar dispositivos electrónicos. Además, se recomienda no refugiarse bajo árboles solitarios o estructuras metálicas, adoptar una posición de seguridad en cuclillas si no se puede evitar la tormenta, permanecer dentro del vehículo con las ventanas cerradas, cerrar puertas y ventanas y desconectar aparatos eléctricos en las viviendas, evitar el uso de agua corriente durante la tormenta y conocer los primeros auxilios en caso de que alguien sea alcanzado por un rayo.
Este informe y el decálogo de APAM-CLM suponen una valiosa herramienta de prevención y concienciación sobre los peligros asociados a las tormentas eléctricas, especialmente relevante en una época del año donde estos fenómenos son más frecuentes.


