El Gobierno de Castilla-La Mancha ha destinado más de 8 millones de euros a un total de 24 empresas vitivinícolas de la provincia de Toledo en los últimos tres años a través de las ayudas “VINATI”. Estas subvenciones están orientadas a proyectos de transformación y comercialización con el fin de mejorar el rendimiento de estas empresas.
El delegado de la Junta en Toledo, Álvaro Gutiérrez, anunció que estas ayudas han generado una inversión global que supera los 17 millones de euros, durante su visita a la localidad de Madridejos. Gutiérrez destacó que estas ayudas son vitales para la modernización, producción y comercialización de bodegas y cooperativas, que son esenciales para el sector vitivinícola de la provincia y de la región.
Gutiérrez expresó su satisfacción por la amplia cobertura de estas ayudas en los últimos años, las cuales han llegado a todas las industrias vitivinícolas de la provincia que cumplían con los requisitos. Durante su visita a la bodega “Vinumancha” en Madridejos, una de las beneficiadas, señaló el impacto positivo que este apoyo financiero ha tenido en empresas familiares locales.
La bodega “Vinumancha” ha utilizado las ayudas “VINATI” para ampliar sus instalaciones y adquirir tecnología avanzada para la elaboración de vinos, mejorando así su rendimiento y competitividad. Emilio Cuéllar, propietario de “Vinumancha”, resaltó la importancia de estas ayudas para el desarrollo de su modelo vitivinícola. La empresa planea diversificar su producción y aumentar el valor de sus vinos con el fin de entrar en el mercado internacional.
Cuéllar también mencionó su intención de producir vinos embotellados con marca propia y vinos listos para embotellar por terceros, lo cual representa una estrategia de crecimiento para la bodega. Esta iniciativa se enmarca en un plan más amplio para elevar la calidad y reconocimiento de los vinos de la región.
El delegado Gutiérrez también resaltó el potencial de la viticultura en la provincia de Toledo y en Castilla-La Mancha, destacando la calidad de los viñedos y la riqueza de las variedades de uvas autóctonas. Con una visión optimista hacia el futuro, Emilio Cuéllar se mostró confiado en que la identidad propia basada en estas variedades autóctonas permitirá a los vinos de Castilla-La Mancha ganar un lugar destacado en el mercado internacional.
