Herencia: El pueblo manchego que se convierte en hogar para migrantes

En el corazón de la provincia de Ciudad Real, un pequeño municipio llamado Herencia se ha convertido en un ejemplo brillante de acogida e integración de personas migrantes. La Fundación la Merced Migraciones, en su reciente presentación de la Memoria de Actividades 2023, ha destacado el papel fundamental que juega esta localidad manchega en su misión de acompañar a los más vulnerables.

Un pueblo que abre sus puertas

Herencia, con poco más de 8.000 habitantes, alberga uno de los 18 pisos de acogida que la Fundación la Merced Migraciones tiene distribuidos por España. Este proyecto, que forma parte de una red más amplia con presencia en Madrid, Valladolid y Málaga, ofrece más de 190 plazas de acogida, 36 más que el año anterior.

Luis Callejas, director de la Fundación, resaltó durante la presentación: «Herencia se ha convertido en un ejemplo vivo de cómo la acogida y la integración pueden florecer en un entorno rural, creando espacios de encuentro y crecimiento tanto para las personas migrantes como para los habitantes locales».

Los «chicos de los frailes»: una historia de integración

En Herencia, los jóvenes migrantes acogidos por la Fundación son conocidos cariñosamente como «los chicos de los frailes». Esta denominación refleja el grado de aceptación e integración que han logrado en la comunidad local.

La historia de Salif Marna

Salif Marna, un joven de 23 años originario de Guinea Bissau, es un ejemplo del éxito del programa. Tras un largo periplo que le llevó desde Senegal hasta las Islas Canarias, y posteriormente a la Península, Salif encontró en Herencia no solo un refugio, sino también oportunidades de crecimiento personal y profesional.

«Cuando encontré un trabajo pude irme a vivir solo, y todo gracias a la Fundación», explicó Salif, quien ahora vive de forma autónoma y agradece diariamente el apoyo recibido.

El equipo detrás del éxito

Pilar Moreno: la educadora comprometida

Pilar Moreno, educadora en la casa de acogida de Herencia, lleva dos años y medio dedicada a esta labor. Su trabajo va más allá de la mera asistencia: «Lo importante del trabajo es la satisfacción de que llegue un chico y se adapte, poderles ayudar con su documentación y que consigan trabajo para tener su independencia», comentó.

José María Sánchez: el voluntario local

El programa también cuenta con el apoyo invaluable de voluntarios locales como José María Sánchez, quien colabora con la Fundación desde 2004. Su labor, aparentemente centrada en tareas cotidianas, tiene un propósito más profundo: «Lo que importa es acompañar», afirmó José María.

Más allá de la acogida: un enfoque integral

La Fundación la Merced Migraciones no se limita a proporcionar alojamiento. En 2023, su labor incluyó:

  • Atención socio-jurídica a 662 personas migrantes
  • Clases de español para 87 personas
  • Atención psicológica a 399 individuos
  • Inserción laboral de 413 personas

Además, el programa Reincorpora benefició a 88 personas privadas de libertad, mientras que 47 niños y jóvenes recibieron atención especializada.

Conclusión: Un modelo a seguir

La experiencia de Herencia demuestra que la integración exitosa de personas migrantes es posible incluso en entornos rurales. A través del esfuerzo conjunto de la Fundación la Merced Migraciones, voluntarios locales y la comunidad en general, Herencia se ha convertido en un faro de esperanza para aquellos que buscan comenzar una nueva vida en España.

fuente: Vida Nueva Digital

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