En un contexto político donde la crispación y el uso de lenguaje agresivo parecen ir en aumento, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha alzado la voz para pedir un cambio de rumbo en la forma de hacer política. Durante la reciente reunión de la Confederación de Presidencias de Parlamentos Autonómicos (Coprepa) en el Parlamento de Illes Balears, Bellido expresó su preocupación por la creciente violencia verbal en los parlamentos y subrayó la necesidad de priorizar el respeto y las buenas formas en el debate político.
La reunión, que reunió a numerosas personalidades de la política autonómica, sirvió como foro para abordar múltiples temas, entre ellos la elección de Enrique Ossorio, presidente de la Asamblea de Madrid, como nuevo presidente de Coprepa. Este encuentro se centró no solo en las discusiones sobre el lenguaje parlamentario, sino también en temas de colaboración entre las distintas asambleas. Uno de los temas destacados fue la apertura de los parlamentos a la ciudadanía y el fortalecimiento de vínculos con el Senado, representado en la reunión por su presidente, Pedro Rollán.
Bellido hizo hincapié en que los representantes políticos deben ser ejemplo de conducta y añadió que la esencia del parlamentarismo es el diálogo y el consenso. “Es necesario que vengamos a los parlamentos a escucharnos y a llegar a acuerdos”, insistió. Destacó la urgencia de desterrar los discursos de odio y promover un ambiente donde el adversario político no sea visto como un enemigo a vencer, sino como un interlocutor con el que se puede y debe dialogar.
El día anterior al plenario, Bellido participó en una recepción oficial, que incluyó la visita al parlamento anfitrión y la firma en el Libro de Honor, una ceremonia que simboliza el compromiso de los presentes con los valores democráticos. Las jornadas también fueron una plataforma para reuniones paralelas donde los gabinetes y letrados mayores intercambiaron ideas y estrategias, reforzando la cooperación entre los diferentes parlamentos autonómicos.
Este llamado a la reflexión de Bellido resuena en un momento crítico para la política española, donde los buenos modales y el respeto en el discurso son vitales para reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones democráticas.
