Cerca de doscientos estudiantes de segundo de Bachillerato y Formación Profesional se congregaron este viernes frente a la Delegación de Educación de la Junta en Ciudad Real. La manifestación fue una expresión contundente de su descontento ante la falta de información sobre el formato de la nueva Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). En un contexto de creciente ansiedad e incertidumbre, los jóvenes exigieron respuestas concretas al Ministerio de Educación y a la Consejería de Educación para asegurar que esta falta de claridad no perjudique su rendimiento académico.
Uno de los representantes del movimiento estudiantil destacó el éxito de la huelga, subrayando que la mayoría de los institutos en lo que respecta a los cursos de Bachillerato permanecían vacíos. Los alumnos están intranquilos por el futuro académico que les espera, pues sin conocer el formato exacto de los exámenes de selectividad, les resulta imposible determinar si los contenidos que actualmente están estudiando serán pertinentes para las pruebas previstas para junio.
Este representante añadió que los profesores se encuentran igualmente en una situación comprometida, pues están impartiendo sus clases basándose en el formato de la PAU del año anterior. Sin embargo, existe la posibilidad de que este año se introduzcan cambios significativos, lo cual genera un ambiente de incertidumbre que afecta tanto a estudiantes como a docentes. Muchos de los alumnos temen que hacia noviembre todo el material estudiado hasta entonces pueda resultar inútil.
Durante la concentración, los participantes expresaron su frustración por la falta de información detallada acerca de las pruebas que determinarán su acceso a la educación superior, a pesar de que el curso comenzó hace ya un mes. Hasta ahora, lo único que han recibido son las fechas de los exámenes, lo cual consideran insuficiente.
La crítica hacia la Consejería de Educación y el Ministerio fue categórica, acusándolos de un silencio «intolerable». Esta situación no solo pone en una encrucijada a los estudiantes, sino que también complica la labor del personal docente, que se encuentra imposibilitado para preparar adecuadamente sus contenidos académicos conforme a las nuevas directrices de la PAU.
Los estudiantes han asegurado que continuarán con las manifestaciones y huelgas hasta que reciban una solución satisfactoria. Consideran que esta respuesta debía haberse proporcionado hace meses, para evitar el creciente malestar y el estrés que esta situación de incertidumbre les está generando.
