Sevilla, 12 de octubre de 2024
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha llevado a cabo un emotivo reconocimiento a las Casas Regionales, percibiéndolas como auténticas embajadoras de la identidad castellanomanchega. Esta ceremonia formó parte del XV Encuentro de Casas Regionales que congregó a diversas comunidades originarias en la ciudad de Sevilla. En esta cita, el vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, junto al presidente Emiliano García-Page, puso en valor el papel de estas entidades al afirmar que “representan muy bien los valores de los hombres y mujeres de nuestra tierra”.
Durante el acto, Caballero subrayó el significativo papel que desempeñan estas casas en tiempos donde prevalece la diferenciación y la exclusión. Hizo hincapié en que las Casas Regionales demuestran que es posible mantener un profundo amor por dos tierras, la de origen y la de acogida, sin disonancias. «Con vocación y entrega desinteresada, estas entidades permiten que la identidad, la tradición, la cultura y hasta el humor de ambas tierras se nutran mutuamente», afirmó.
El evento, que resaltó la riqueza identitaria que caracteriza a las Casas Regionales, fue también una oportunidad para reflexionar sobre el orgullo de la pluralidad nacional. Caballero insistió en la importancia de celebrar los orígenes regionales, siendo al mismo tiempo capaces de entablar un sentimiento de unidad nacional. «Sentirnos castellanomanchegos o de donde seamos no está reñido con sentirnos cerca de otras tierras y, en definitiva, sentirnos españoles», expresó el vicepresidente.
Este año, la Casa de Castilla-La Mancha en Sevilla celebra su 40 aniversario, un hito que no ha pasado desapercibido en este encuentro. Tanto el presidente García-Page como Caballero felicitaron al presidente de la Casa, Juan Carlos López, por su destacada labor en la promoción y difusión de la cultura castellanomanchega en Sevilla. Además, recordaron que esta institución ya había sido objeto de homenaje durante el último Día de la Región.
En sus declaraciones, Caballero rememoró el esfuerzo y la dedicación de las generaciones precedentes que, con tesón y amor por sus raíces, establecieron un espacio de acogida y convivencia que perdura hasta hoy. Así, el reconocimiento otorgado es una merecida celebración del compromiso de todos aquellos quienes han mantenido viva la conexión entre Castilla-La Mancha y Sevilla a lo largo de los años.
