En la reciente feria de Farcama, el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, abordó un tema que ha suscitado una gran controversia dentro de su formación política: la gestión de las enmiendas relativas a la reforma de la ley que podría facilitar la convalidación de penas cumplidas en otros países por parte de presos de ETA en España. Núñez no dudó en calificar la situación como un «error colectivo e injustificable» por parte de su partido, subrayando que la culpa no recae en un solo individuo, en este caso, el diputado José Manuel Velasco, quien está en el ojo del huracán debido a esta polémica.
Durante su intervención, el líder regional del PP defendió la idea de que el equívoco ha sido de toda la organización, destacando que se mantenían conversaciones con el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso para entender mejor la situación. Según Núñez, desconocieron enmiendas que, a su juicio, intentaron ser introducidas de manera encubierta por el Gobierno, en un aparente intento de facilitar la liberación de presos de la organización terrorista ETA, lo que para él representa un error estratégico de considerable envergadura.
Núñez fue contundente al expresar que estas acciones conforman un hecho «grave e importante», acusando al actual Gobierno, encabezado por los socialistas, de trabajar bajo la presión de EH Bildu para garantizar el respaldo necesario en la aprobación de los presupuestos. En una muestra de confianza aún no debilitada, subrayó que, hasta el próximo lunes, el Ejecutivo aún dispone de tiempo para pedir la retirada de la ley y así evitar un «atropello» que considera deshonroso para las víctimas del terrorismo. Sin embargo, se mostró escéptico respecto a que el Gobierno tome esta acción, considerando al mismo «preso de sus socios» y alejado de las necesidades reales de la población española.
Núñez también hizo mención a las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien había manifestado cierta reticencia a tratar con EH Bildu, aunque lo consideraría si ello facilitaba la aprobación de los presupuestos. En este sentido, el líder del PP dejó claro su desacuerdo con tal postura, afirmando que no está dispuesto a traicionar la memoria de las víctimas del terrorismo en favor de consideraciones presupuestarias. Criticó al PSOE por, a su juicio, poner en riesgo su integridad política con el único fin de mantenerse en el poder, comprometiendo sus valores fundamentales.