En un reciente episodio de tensión política, la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, ha expresado de manera contundente su insatisfacción con el discurso del presidente regional, Emiliano García-Page, durante el Debate sobre el Estado de la Región. La alcaldesa ha calificado la intervención del presidente como «decepcionante, repetitiva, triunfalista y autocomplaciente», criticando la falta de compromisos claros dirigidos a la ciudad de Guadalajara. Según Guarinos, el presidente simplemente reiteró los mismos anuncios que se han escuchado en años previos, sin aportar novedades significativas.
Durante una rueda de prensa que tuvo lugar después del debate, Guarinos subrayó la ausencia de autocrítica en el discurso de García-Page. Según la alcaldesa, es fundamental que un líder regional no solo haga propuestas y anuncios, sino que también reconozca sus errores y pida disculpas por ellos. En sus palabras, «cuando uno preside una región, no solo tiene que realizar propuestas y anuncios, sino también hacer autocrítica y pedir perdón por los errores cometidos». Además, ha acusado al presidente de incumplir de manera deliberada sus compromisos con Guadalajara.
Uno de los temas más controvertidos abordados durante el debate fue la decisión de ubicar la Ciudad del Cine en Toledo en lugar de Guadalajara. Guarinos describió este cambio de localización como un engaño, explicando que Guadalajara no se negó al proyecto, pero sí rechazó la localización en el Fuerte de San Francisco. La alcaldesa cuestionó la veracidad de las afirmaciones del gobierno regional en cuanto a que el fuerte era la única opción viable, ya que finalmente se optó por Toledo, donde no existe un lugar con estas características.
Guarinos también ha recordado la deuda pendiente que el Gobierno autonómico tiene con el entorno del Fuerte de San Francisco, una obligación que, según sus palabras, debe cumplirse tanto por convenio como por sentencia judicial. La primera edil se mostró preocupada por la falta de exploración de otras opciones dentro de Guadalajara para llevar a cabo el proyecto cinematográfico. Además, lanzó la insinuación de que podría haberse adjudicado el proyecto antes de que se abriera oficialmente la licitación.
Este enfrentamiento refleja un clima de tensiones políticas entre la administración local alcarreña y el gobierno regional, en particular sobre cómo se gestionan los proyectos estratégicos y el cumplimiento de los compromisos institucionales. En el centro del debate queda la pregunta de cómo se abordarán estas y otras diferencias para avanzar en el desarrollo de la región.
