El presidente de la Confederación Castellanomanchega de Empresarios (Cecam), Ángel Nicolás, ha manifestado su desacuerdo con las estrategias adoptadas por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el contexto de la negociación en torno a la reducción de la jornada laboral. Durante una rueda de prensa celebrada recientemente en Toledo, en el marco de la presentación de la XXI edición de los Premios Empresariales, Nicolás calificó de «poco democráticas» las tácticas empleadas por el ministerio en este proceso de negociación.
En su discurso, el representante empresarial enfatizó que el diálogo social debería implicar la discusión de qué aspectos benefician a todas las partes sin perjudicar a ninguna. Sin embargo, criticó fuertemente el hecho de que el ministerio de Díaz haya amenazado con retirar ayudas a aquellas empresas que no se alineen con la normativa propuesta sobre la reducción de jornada laboral. Nicolás se mostró sorprendido, cuestionando estas tácticas y sugiriendo que tales prácticas son más propias de regímenes autoritarios que de una democracia, con la exclamación: «¿Pero esto qué es? No lo hemos visto nunca».
Además, el líder de Cecam lamentó la falta de información proporcionada por el Ministerio, describiendo esta situación como una manera «un tanto especial de hacer negociación colectiva». Señaló la necesidad fundamental de escuchar a todas las partes involucradas y considerar sus aportaciones para alcanzar un acuerdo que no afecte negativamente a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a los autónomos, quienes, según él, representan la mayoría del tejido empresarial en España.
Nicolás advirtió que si el Ministerio no comprende la realidad de las micropymes, cualquier legislación promovida podría resultarles perjudicial. Afirmó que lo que podría considerarse beneficioso para una empresa con 200 empleados podría ser «la destrucción» para una pequeña empresa con uno o dos trabajadores. Por ello, insistió en que cualquier regulación sobre la reducción de la jornada laboral debería adaptarse específicamente a las empresas que cuenten con los recursos necesarios para implementarla.
Para finalizar, el presidente de Cecam fue directo respecto a las ayudas propuestas para facilitar estas medidas, asegurando que «no valen para nada». Dirigió una crítica clara hacia el enfoque del ministerio, y concluyó que la idea de implementar un planteamiento uniforme en la legislación laboral no es viable, afirmando rotundamente la necesidad de un enfoque más adaptado a la diversidad del tejido empresarial en el país.