El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su firme oposición a la polémica propuesta de transformar el Aeropuerto de Ciudad Real en un centro de recepción para inmigrantes. Durante una intervención en el Foro ABC, García-Page calificó la iniciativa como una explotación comercial de personas y aseguró que esta práctica sería incluso ilegal. Según el mandatario, la idea de proceder con esta conversión se ha planteado sin el necesario consenso ni diálogo previo, lo que considera un claro ejemplo de “rizar el rizo” en el uso de la infraestructura aeroportuaria.
Durante su discurso, García-Page señaló que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no estaba al tanto de estas intenciones en un reciente encuentro entre ambos líderes. Afirmó que, de haber tenido conocimiento, Sánchez posiblemente hubiera descartado tan controvertida idea de asentar a unos 4.000 inmigrantes en una zona rural como solución a los problemas de inmigración.
El presidente regional enfatizó la urgencia de abordar el fenómeno migratorio desde una perspectiva de consenso, evitando que se convierta en un campo de batalla político marcado por el populismo. Subrayó la necesidad de buscar soluciones mediante un diálogo abierto y sin confrontaciones partidistas, proponiendo un pacto firme tanto a nivel nacional como europeo que no centre el debate en la explotación de las personas vulnerables.
Esther Padilla, portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, también alzó la voz en contra de la iniciativa, recalcando que el plan para el Aeropuerto de Ciudad Real es esencialmente un negocio, más que una acción humanitaria. Criticó la idea de que esta infraestructura pueda ser adecuada para recibir a personas en situaciones de emergencia, desestimando comparaciones con aeropuertos internacionales donde los migrantes son equiparados con turistas o pasajeros regulares.
La postura tanto de García-Page como de Padilla refleja un mensaje firme: la gestión migratoria debe desplegarse a través de modelos centrados en la genuina ayuda humanitaria. Rechazan absolutamente cualquier plan que trate a los migrantes como simples «pasajeros» dentro de un negocio. La conversación sobre inmigración necesita ser llevada con responsabilidad y empatía hacia quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, haciendo hincapié en soluciones más humanitarias y coordinadas.