Castilla-La Mancha se está consolidando como un paradigma de pasión lectora en España, con un enamoramiento ferviente por los clubes de lectura que abarca a más de 1.200 grupos y suma más de 18.250 participantes activos. Este fenómeno, resplandeciente sobre el mapa cultural de la región, fue destacado recientemente por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor. Durante un acto carismático que fungió también como presentación del libro «Cuatro sueños más» de Juan José Alfaro, celebrado en Villar de Olalla, Cuenca, Pastor celebró el entusiasmo por la lectura que define a los castellano-manchegos.
El consejero alabó la destacada labor del personal de las bibliotecas, que integra casi un millar de apasionados custodios del conocimiento en Castilla-La Mancha. Ellos, como faros culturales especialmente en el ámbito rural, permiten que la cultura literacy toque incluso los rincones más apartados de la comunidad. Con emoción, Pastor subrayó el rol esencial que cumplen los clubes de lectura en las bibliotecas de la región, no solo como simples agrupaciones de lectores, sino como motores vivaces del hábito de leer.
Castilla-La Mancha se ubica orgullosamente en la segunda posición a nivel nacional en proporción de bibliotecas por cada 100.000 habitantes, al superar la media nacional con creces—ofrece más de 25 bibliotecas mientras la media se mantiene en 12. Esta infraestructura cultural robusta genera un acceso democratizado al conocimiento y evidencia una gestión comprometida con la promoción de la lectura.
La obra «Cuatro sueños más», presentada en un evento que reunió al alcalde de Villar de Olalla, Daniel Ayllón, al vicerrector del campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha, César Sánchez, y al delegado provincial de Sanidad, José María Pastor, se erige como un tributo literario a la localidad. El libro no solo recoge obras emblemáticas de grandes clásicos, sino que también ilumina con creaciones originales que han enriquecido la cultura local y regional.
Así, Castilla-La Mancha se reafirma como un referente en el ámbito lector, una comunidad entregada a las letras, con bibliotecas que se multiplican a lo largo de su geografía y clubes que no solo leen libros, sino que tejen cultura.
