En un reciente enfrentamiento político en Castilla-La Mancha, Tita García Élez, presidenta de la Ejecutiva provincial del PSOE de Toledo, ha criticado duramente al Partido Popular regional, liderado por Paco Núñez, acusándolo de anteponer los intereses nacionales del partido sobre los de la comunidad autónoma. Estas declaraciones se produjeron en el contexto de una carrera solidaria organizada por ASEM CLM en Talavera de la Reina, donde García Élez destacó la supuesta injerencia de Alberto Núñez Feijóo, líder nacional del PP, en decisiones regionales claves.
El punto central de la polémica es el estancamiento en el desarrollo de un nuevo Estatuto de Autonomía para Castilla-La Mancha, un esfuerzo que ha consumido más de 14 meses de arduo trabajo y que, según García Élez, fue frustrado por la falta de apoyo del líder nacional del PP. La dirigente socialista cuestionó abiertamente las promesas que Núñez podría haber recibido de Feijóo, sugiriendo que estas habrían llevado a desestimar rápidamente el trabajo realizado en beneficio de intereses políticos de mayor escala.
“La llamada de Feijóo bastó para desestimar en menos de un minuto el esfuerzo colectivo llevado a cabo hasta ahora”, declaró García Élez, enfatizando la falta de fiabilidad del Partido Popular bajo estas circunstancias. Según la presidenta del PSOE de Toledo, esta situación expone una vez más cómo la agenda nacional del PP pone en segundo plano las prioridades locales, afectando directamente el bienestar y el desarrollo de la comunidad.
En contraste, García Élez resaltó las gestiones del actual presidente de la región, Emiliano García-Page, quien, según ella, sigue implementando inversiones fundamentales en el área social, reflejadas en los actuales presupuestos regionales. Subrayó la disparidad en las formas de gobierno y compromiso entre Page y Núñez, acusando a este último de seguir un enfoque que prioriza las indicaciones de la cúpula nacional del PP sobre las necesidades locales.
Con estas críticas, Tita García Élez no solo abre un nuevo capítulo en el debate sobre el alcance de la autonomía regional y la influencia de las entidades políticas nacionales en decisiones locales, sino que también pone en relieve las lealtades del PP regional, instando a una reflexión sobre su compromiso con los ciudadanos de Castilla-La Mancha.
