El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado un paso firme hacia el fortalecimiento de la investigación en la región con el anuncio de una ambiciosa convocatoria de proyectos destinados a involucrar a mil investigadores de la Comunidad Autónoma. Esta iniciativa, presentada el pasado martes, está respaldada por una inversión total de 10 millones de euros, en parte cofinanciada por fondos Feder, y contemplará un horizonte de desarrollo que se extenderá desde 2025 hasta 2028.
El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, fue el encargado de desvelar los entresijos de este programa durante una rueda de prensa. Allí, subrayó la intención de «fomentar la excelencia investigadora y consolidar diferentes líneas y grupos de investigación estratégicos» en Castilla-La Mancha. La convocatoria ofrecerá diversas modalidades de financiamiento, adaptadas a las necesidades de la comunidad científica.
Entre las modalidades destacadas, los proyectos de investigación científica podrán recibir un apoyo financiero de hasta 200.000 euros por iniciativa. También se prevé la retención y retorno del talento con aportaciones máximas de 180.000 euros, mientras que los jóvenes investigadores podrán aspirar a una financiación de hasta 75.000 euros. Además, se contempla un fondo similar para la transferencia directa de tecnología.
La distribución del presupuesto de esta convocatoria ha sido meticulosamente estructurada. Se destinarán 1,5 millones de euros a proyectos de retorno y retención de talento, otros 1,5 millones a iniciativas lideradas por jóvenes investigadores, y una cifra equivalente para fomentar la transferencia tecnológica. La mayor parte del fondo, 5,5 millones de euros, se dedicará a proyectos de investigación científica.
En un intento por asegurar una representación equitativa de todas las áreas del conocimiento, se ha destinado un 10 por ciento del presupuesto a las artes y humanidades, otro 10 por ciento a las ciencias, y cuotas similares a ciencias de la salud, ciencias sociales y jurídicas, así como ingeniería y arquitectura.
Una de las apuestas más notables de esta iniciativa es el foco en las zonas despobladas, a las que se destinará un 30 por ciento del presupuesto total. Esta asignación pretende abordar necesidades específicas de estas áreas, garantizando su inclusión en las propuestas financiadas. Por otro lado, como innovación, entre un 2 y un 5 por ciento del presupuesto de cada proyecto se destinará a actividades divulgativas orientadas a la sociedad castellanomanchega.
Este nuevo programa de investigación se alinea con uno de los compromisos asumidos por el presidente regional, Emiliano García-Page, durante el reciente Debate sobre el Estado de la Región. Desde 2017, la región ha visto una inversión de 40 millones de euros en esta área, con 500 proyectos desarrollados y la integración de casi 600 investigadores, de los cuales el 36 por ciento son mujeres. Estos esfuerzos han impactado sectores clave como el agroalimentario, el turismo, la cultura, la sostenibilidad y la salud. En última instancia, Pastor ha enfatizado que la meta es que el fortalecimiento del ámbito investigador contribuya a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y a impulsar la economía de Castilla-La Mancha.
