La provincia de Guadalajara ha sido escenario de un intenso despliegue de medidas para mitigar el impacto provocado por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha dejado a su paso importantes inundaciones en varias localidades de la región. Desde el miércoles 30 de octubre, la Diputación de Guadalajara ha trabajado arduamente en la distribución de más de 46.000 litros de agua para los municipios más afectados, mientras los equipos del servicio de Centros Comarcales han sido movilizados para limpiar los cascos urbanos en al menos cinco localidades.
Las operaciones de rescate y limpieza aún continúan en la localidad de Villel de Mesa, donde las inundaciones han alcanzado uno de sus puntos más críticos. En contraste, los trabajos de achique y saneamiento ya han culminado en localidades como Mochales, Alcoroches, La Yunta, Rillo de Gallo y Baños de Tajo, conforme ha detallado la Institución provincial.
El suministro de agua potable se ha convertido en una prioridad en esta crisis debido a la contaminación de las redes locales. Hasta el momento, se han distribuido 47.600 litros de agua, mediante botellas y cisternas, para garantizar el acceso al agua potable en las zonas afectadas. Los municipios de Molina de Aragón, Mochales, Villel de Mesa, Alcoroches, Las Inviernas, La Yunta y Castilnuevo se han visto beneficiados por estos suministros de emergencia.
Además, las brigadas de carreteras, dependientes de la Diputación, han trabajado sin descanso en la reparación de vías que han sufrido la acumulación de piedras y tierra, así como daños estructurales. La apertura al tráfico de las carreteras afectadas se ha logrado en las primeras 24 horas, salvo por la carretera de Corduente, que permanece cerrada entre los kilómetros 8,5 y 17 debido a daños severos, y el acceso a La Yunta, que cuenta con un desvío alternativo, no apto para vehículos pesados.
Con un espíritu de cooperación y solidaridad, el presidente de la Diputación, José Luis Vega, ha entablado comunicación con los responsables de las provincias vecinas de Valencia, Cuenca y Albacete, también azotadas por la DANA. La propuesta busca ofrecer recursos técnicos y humanos para trabajar de manera conjunta y coordinada, facilitando la superación de esta emergencia que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las regiones implicadas.