Descubrimiento de un Tesoro Geológico del Carbonífero Superior en la Península Ibérica

La cuenca geológica de Puertollano, situada en la provincia de Ciudad Real, es una de las tres únicas en España que se encuentran en el límite del techo del carbonífero superior, con una antigüedad estimada de 303 millones de años. Junto a las cuencas ubicadas en el norte de Sevilla y Sabero, en el norte de León, forma parte de un exclusivo grupo de yacimientos que ofrecen valiosa información sobre la historia geológica de la Península Ibérica.

Durante un ciclo de conferencias en el Museo Cristina García Rodero, Juan I. Peláez Fernández, experto en la materia, compartió los descubrimientos realizados en estas cuencas. Peláez, quien ha dedicado veintitrés años a la investigación minera en el centro de Peñarroya y doce como profesor de la Universidad de Córdoba, explicó que, aunque se ha avanzado significativamente en la datación de estas formaciones, aún existen más de cien metros por explorar en los niveles superiores. Este análisis pendiente podría arrojar luz sobre diferencias de edad precisas entre las capas.

Según Peláez, el carbón que se encuentra actualmente en Puertollano no se originó en su ubicación actual, sino que la cuenca se formó en el límite de uno de los bloques de la península. Anteriormente, se creía que esta cuenca databa del pérmico debido a la presencia de restos de coníferas; sin embargo, investigaciones recientes han corregido este error, confirmando su formación en el carbonífero superior.

La región cuenta con hasta quince niveles de carbón en una sucesión sedimentaria de seiscientos metros, lo que sugiere que, en épocas pasadas, la cuenca de Puertollano pudo ser más extensa. A medida que se excava, los niveles de carbón afloran casi inmediatamente, a pesar de que los depósitos originales debieron formarse a grandes profundidades y bajo temperaturas extremas de 150 a 200 grados.

A pesar de la riqueza geológica, Peláez se muestra escéptico respecto a la viabilidad de reactivar la explotación de estas minas, principalmente debido a la falta de reservas viables, así como al alto costo y dificultad de generar nuevas infraestructuras. Además, el carbón ha caído en desuso debido a su impacto ambiental, dejando de ser una alternativa práctica frente a energías más limpias. En el pasado, España importaba carbón debido a la competitividad en precio con respecto al carbón nacional, pero hoy, su uso disminuye debido a preocupaciones ambientales y económicas.

Estos hallazgos en Puertollano no solo aportan conocimiento a la historia geológica de la península, sino que también invitan a reflexionar sobre el papel del carbón en un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad ambiental.

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