Ciudad Real, 20 de noviembre de 2024. En un gesto de reconocimiento y gratitud, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha expresado su felicitación anticipada a la comunidad rumana de la provincia de Ciudad Real, señalando su significativa contribución en los ámbitos social, económico y cultural. Esta declaración se produjo en el contexto del acto institucional del Día Nacional de Rumanía, que se celebra oficialmente el 1 de diciembre en conmemoración de la histórica unión de las provincias rumanas en 1918.
Durante el evento, el delegado provincial de Economía, Empresas y Empleo, Agustín Espinosa, junto con el delegado provincial de Sanidad, Francisco José García, resaltaron la importancia de esta conmemoración, que fue descrita como un homenaje emotivo al pueblo rumano. En sus discursos, los representantes del gobierno subrayaron la ejemplar integración y el admirable respeto que han manifestado los ciudadanos rumanos hacia las tradiciones y la cultura de Castilla-La Mancha y del conjunto del territorio español.
La cónsul interina de Rumanía, Lucía Florentina Kemukai, también estuvo presente en la celebración, describiendo la jornada como una verdadera «fiesta de la democracia». Acompañándola en el acto estuvo el presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Valverde, así como el portavoz del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Ciudad Real, Guillermo Arroyo, entre otras personalidades del ámbito político y social.
El evento sirvió no solo como una plataforma para reforzar los lazos entre las comunidades, sino también para destacar y celebrar la diversidad cultural y el respeto mutuo que caracteriza la convivencia en la provincia. La participación activa de la comunidad rumana en la sociedad castellanomanchega es un testimonio de su compromiso e integración, cualidades que el gobierno regional ha querido reconocer públicamente.
Este tipo de encuentros se posicionan como fundamentales para continuar fomentando el entendimiento mutuo y la cohesión social en una región que, cada vez más, abraza la diversidad como parte de su enriquecimiento cultural y humano. La figura de la comunidad rumana en Castilla-La Mancha es, sin duda, un ejemplo de cómo la integración y el respeto son pilares esenciales para el progreso colectivo.