Toledo se encuentra inmersa en una polémica tras la decisión del equipo de Gobierno local, compuesto por el Partido Popular (PP) y Vox, de cancelar la tradicional manifestación del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género. Esta decisión ha generado una notable indignación entre los colectivos de mujeres y los partidos de la oposición. Mujeres Progresistas de Toledo, junto con los partidos PSOE e IU-Podemos, han expresado su descontento, argumentando que el motivo alegado para la cancelación, las obras entre la Puerta de Bisagra y la plaza de Zocodover, no es suficiente para interrumpir una marcha que se ha convertido en un símbolo de lucha durante más de tres décadas.
Nuria Cuevas, al frente de Mujeres Progresistas de Toledo, criticó la forma en que se comunicó la cancelación, a través de un mensaje en un grupo de WhatsApp por parte de Marisol Illescas, concejal de Asuntos Sociales. Para Cuevas, la marcha es un evento crucial para mantener visible la problemática de la violencia de género y exigir compromisos en políticas de igualdad, en momentos donde la violencia machista sigue siendo una amenaza mortal para muchas mujeres.
La oposición política también ha alzado su voz contra esta medida. Elisa Fernández, integrante de IU en el Consejo Municipal de la Mujer, calificó de insuficiente el argumento de las obras para impedir la manifestación, especialmente cuando el tráfico vehicular continúa habilitado en la zona. Fernández destacó que esta es la primera vez en 30 años que no se celebrará la marcha, sin previa consulta al Consejo Local de la Mujer, lo que ha sido sustituido por un acto conmemorativo en el Corral de Don Diego.
Por su parte, Ana Abellán, viceportavoz del PSOE, calificó la decisión de la alianza PP-Vox como una traición al 25N y una violación de los derechos de las mujeres, considerándolo un retroceso significativo en las políticas de igualdad. Abellán se refirió a esta acción como un ataque profundo a la dignidad de las víctimas y a los esfuerzos por erradicar la violencia machista, tachando la eliminación de la marcha de vergonzosa e indicativa del desdén del Gobierno hacia los logros del movimiento feminista.
Frente a las críticas, el Ayuntamiento ha defendido la cancelación señalando informes de la Delegación del Gobierno que advierten sobre el riesgo de aglomeraciones en la zona de las obras. Como alternativa, aseguran la organización de un acto institucional a las 18:00 horas que culminará con una marcha hacia la plaza del Ayuntamiento, donde se rendirá homenaje a las víctimas de la violencia de género. A pesar de este intento de conciliación, la decisión sigue generando controversia y un profundo debate sobre las implicaciones de este tipo de acciones en la lucha por la igualdad de género.