En la localidad de Navahermosa, Toledo, se ha llevado a cabo un evento significativo para la conservación de las especies autóctonas, con la liberación de cinco aves rapaces ibéricas tras haber recibido cuidados y rehabilitación en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara. Las especies que han recobrado su libertad son dos águilas reales, dos buitres leonados y un búho real, cada uno de los cuales ha superado diferentes desafíos antes de poder volver a su hábitat natural.
La delegada provincial de Desarrollo Sostenible, Montse Muro, estuvo presente en el acto de liberación, destacando el trabajo fundamental del CERI en la protección y recuperación de estas especies tan valiosas para el equilibrio ecológico de la región. La función del centro no se limita a la recuperación de heridas físicas, sino que extiende su esfuerzo a la preservación genética y biológica de estas especies, garantizando que puedan reintegrarse exitosamente en la naturaleza.
Dos de las aves liberadas, las águilas reales, fueron criadas en cautividad en el CERI, naciendo en la primavera de 2024. Esta ocasión marcó su primer vuelo en libertad, poniendo de manifiesto el éxito de las técnicas de crianza en cautividad que buscan reforzar las poblaciones salvajes de águilas reales, una especie fundamental en el ecosistema terrestre.
Por su parte, los buitres leonados habían sido encontrados con diversas lesiones y afecciones que ponían en riesgo su supervivencia en el entorno salvaje. El equipo del CERI realizó un trabajo minucioso para asegurar su total recuperación, permitiendo que estos ejemplares pudieran regresar a su hábitat natural con buenas condiciones de salud.
El búho real, el más joven del grupo, fue otra historia de éxito. Este individuo se aventuró prematuramente fuera de su nido, lo que llevó a su ingreso en el centro. Superando una serie de problemas de salud, el búho ha sido finalmente liberado, preparado para su vida en libertad.
Para monitorear el progreso y adaptación de estas aves a su entorno, se les ha equipado con anillas metálicas oficiales y transmisores satélite, lo que permitirá a los biólogos y conservacionistas hacer un seguimiento detallado de sus movimientos y estado de salud en tiempo real.
Este acto no sólo marca un hito en la protección de las aves de presa ibéricas, sino que también refuerza el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con la conservación del medio ambiente y la biodiversidad regional, asegurando un futuro sostenible para estas magníficas especies.