El Gobierno de Castilla-La Mancha ha subrayado recientemente la importancia estratégica de la industria cárnica como un componente esencial del sector agroalimentario y un factor clave para el crecimiento económico de la región. Este reconocimiento se basa en el notable impacto que las exportaciones cárnicas han tenido dentro del comercio exterior de la Comunidad Autónoma, ocupando el cuarto lugar en las partidas arancelarias.
Julián Martínez Lizán, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, destacó que en los primeros nueve meses del año, las exportaciones cárnicas alcanzaron la cifra de 435 millones de euros. Este monto refleja un crecimiento del 5,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior y un impresionante aumento del 88,4% desde 2015. En términos más específicos, durante el mes de septiembre de este año, las exportaciones fueron de 47,7 millones de euros, representando un aumento del 10% respecto a septiembre de 2022 y un 49,7% desde el mismo mes de 2015.
«Estos datos, tanto interanuales como mensuales, demuestran la fortaleza de un sector cuya capacidad de exportación sigue en ascenso. Esto indica que sus actores están sabiendo adaptarse a las preferencias y necesidades de los consumidores y mostrar innovación», afirmó el consejero Martínez Lizán. Para fomentar este desarrollo, la Administración regional ha diseñado programas de apoyo específicos para la modernización del sector, como el programa FOCAL, y ha alentado la participación en ferias comerciales.
Las declaraciones del consejero se realizaron tras su visita a las empresas BonChef y Jamones Duríber, ambas situadas en Guadalajara y pertenecientes al Grupo Vall Companys. Este grupo agroalimentario, de origen familiar y fundado en 1956, es uno de los actores más consolidados del sector. BonChef está especializada en la producción de elaborados multicárnicos, mientras que Jamones Duríber se centra en la elaboración de jamón curado de cerdo, tanto blanco como ibérico. Vall Companys opera un total de 47 compañías en toda España, asegurando la trazabilidad completa de sus productos. Con más de 4.000 millones de euros en facturación anual, la compañía emplea a más de 12.000 personas directamente y colabora con 2.600 granaderos, resaltando su compromiso con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad a nivel internacional.