La Viceconsejería de Cultura y Educación ha iniciado el proceso para declarar al Belén Viviente de Vega del Codorno, situado en la provincia de Cuenca, como Bien de Interés Cultural en la categoría de Bien Inmaterial. Esta declaración tiene como propósito proteger y fomentar esta manifestación cultural única, implementando medidas de salvaguarda que garantizan su preservación. Entre ellas, destaca la producción de un documental cinematográfico que capture la esencia y la historia de este emblemático Belén.
El Belén Viviente de Vega del Codorno, tal como detalla la resolución publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, es una tradición que data de 1967. Se celebra cada año el sábado anterior al 24 de diciembre en la Cueva del Nacimiento de la localidad. Durante el evento, tanto los habitantes de Vega del Codorno como visitantes de otros municipios se integran como protagonistas en la representación de la Natividad, lo cual refuerza las características identitarias de la comunidad.
Reconocido como la representación de su tipo más antigua de Castilla-La Mancha y la tercera a nivel nacional en términos de longevidad, el Belén Viviente ha demostrado un notable carácter perdurable y emotivo. A través del tiempo, ha fortalecido lazos intergeneracionales y ha promovido un profundo sentido de identidad y continuidad dentro de la comunidad.
El reconocimiento como Bien de Interés Cultural conlleva, además, otras estrategias de salvaguarda, como la producción de un documental etnográfico que facilitará el acceso y la comunicación sobre esta tradición. Se espera que dicha producción no solo preserve la manifestación para las generaciones futuras, sino que también la difunda a nivel nacional e internacional, con la posible participación en festivales de cine etnográfico y documental en España.
Adicionalmente, se planea una intensa labor de investigación y documentación del Belén desde enfoques históricos y museográficos, junto con la creación de unidades didácticas dirigidas a centros educativos cercanos, involucrando a asociaciones de padres y familias para asegurar un enfoque educativo integral.
La resolución contempla también un período de información pública, que permite a los interesados revisar el expediente y presentar alegaciones en un plazo de treinta días. En tanto se resuelva el expediente, se aplicará un régimen de protección provisional similar al de los bienes ya declarados de interés cultural, conforme a la legislación vigente en materia de patrimonio cultural.
