Fallece el Coleccionista Antonio Pérez, Apasionado de la Historia y el Arte que Dejó Huella en el Mundo del Coleccionismo

Fallece el coleccionista Antonio Pérez

El mundo del arte y la cultura está de luto por la pérdida de Antonio Pérez, el destacado coleccionista que ha fallecido a los 90 años de edad. Según confirmaron fuentes cercanas, su desaparición ha dejado un vacío significativo en el ámbito artístico, especialmente en Cuenca, donde Pérez había sentado sus raíces y aportado tanto a la comunidad local como a la escena cultural más amplia.

Nacido en 1934 en Sigüenza, un pintoresco enclave de la provincia de Guadalajara, Antonio Pérez tuvo un vínculo temprano con Cuenca, ciudad que frecuentó durante los años cincuenta. Allí, su camino se cruzó con renombradas figuras del arte como Manolo Millares y Antonio Saura, en una época que precedió a su traslado a París. Este periodo fue crucial para el desarrollo de sus inclinaciones artísticas y su comprensión del arte contemporáneo.

En la década de los sesenta, Pérez fundó la editorial Ruedo Ibérico, que se destacó por su visión crítica e innovadora en una España marcada por las restricciones de la censura. La editorial se convirtió en un verdadero baluarte para el pensamiento libre y progresista de la época, ofreciendo un espacio de reflexión y diálogo intelectual.

El año 1975 marcó otro punto de inflexión en su vida, ya que decidió establecerse definitivamente en Cuenca. Desde su emblemática ubicación en la calle San Pedro, Pérez comenzó a dar forma a su particular universo a partir de objetos encontrados y recolectados, una pasión que posteriormente se institucionalizaría en la Fundación Antonio Pérez. Esta entidad no solo perpetúa su legado, sino que también se expandió con sedes en San Clemente, Huete y Sigüenza, extendiendo su influencia cultural por toda la región.

Antonio Pérez era una figura entrañable para los habitantes de Cuenca, particularmente para aquellos del Casco Antiguo, su barrio de adopción. Su relación con la comunidad le valió múltiples reconocimientos a lo largo de su vida, entre ellos los títulos de Hijo Adoptivo de Cuenca y Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha. Además, en honor a su impacto cultural, el Consorcio Ciudad de Cuenca le dedicó un espacio especial conocido como el Rincón de Antonio Pérez, situado entre la Plaza del Trabuco y la Ronda Julián Romero.

La muerte de Antonio Pérez no solo significa la partida de un apasionado del arte y un celoso guardián de la cultura, sino también la despedida de un ser humano querido y admirado por su generosidad y compromiso con la comunidad cultural a la que tanto enriqueció. Su legado perdura en las instituciones que fundó y en el recuerdo imborrable de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y de compartir su visión artística.

Scroll al inicio