El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado este lunes un balance anual que destaca un desembolso de 1.046 millones de euros en 2024 en diversas ayudas y subvenciones para el sector agroalimentario, una cifra que su consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez, ha calificado de “histórica”. En su intervención, Martínez enfatizó que “jamás antes han tenido tantos ingresos el campo manchego”, subrayando la importancia del sector primario en una región donde 900 de sus municipios son rurales.
El consejero destacó la eficacia en la tramitación de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), con un cumplimiento del 70% en las solicitudes, que representan un valor de 514 millones de euros distribuidos en 75.000 expedientes agroalimentarios, exceptuando al bovino de cebo, afectado por retrasos burocráticos a nivel ministerial. Para apoyar las necesidades financieras del sector, la Junta ha establecido acuerdos con entidades bancarias que facilitarán el acceso a créditos.
Un compromiso claro con la sostenibilidad se refleja en los 32,6 millones de euros invertidos en agricultura y ganadería ecológica, un sector donde las solicitudes han duplicado respecto al año anterior, posicionando a Castilla-La Mancha como la segunda comunidad en España por superficie dedicada a estos cultivos.
Con la sequía afectando fuertemente a la región, Martínez ha prometido medidas de soporte para los 65 municipios más impactados, con una especial atención a la provincia de Albacete. Este año, 30 millones de euros se han destinado a compensaciones por daños en cultivos de secano. Adicionalmente, la industria agroalimentaria ha sido reforzada con 79,5 millones de euros que facilitan la promoción, transformación y comercialización de sus productos, incluidas subvenciones específicas de 2,2 millones para productos bajo la marca ‘Campo y Alma’.
El sector vitivinícola, que contribuye el 5% del PIB regional, ha obtenido 45,7 millones de euros dirigidos a su reestructuración y adaptación de mercados. Este sector ha experimentado un notable aumento del 55% en sus exportaciones desde 2015, como resultado de su capacidad para adaptarse a los mercados internacionales.
Para impulsar el desarrollo rural, la consejería ha canalizado 92,2 millones de euros en un plan centrado en diversificar la economía y asegurar la cohesión social y territorial. A esto se suma una subvención de 9 millones de euros destinada a la contratación de seguros agrícolas, con un incremento de 1,5 millones proyectado para 2025.
En cuanto a la sanidad animal, preocupaciones por enfermedades como la tuberculosis bovina y la viruela han llevado al gobierno a destinar 4,4 millones de euros a la gestión y cobertura de sus costes.
Julián Martínez concluyó la presentación afirmando que el gobierno de Emiliano García-Page seguirá apoyando al sector frente a nuevos retos, subrayando que a pesar de las adversidades, trabajar en el campo permanece siendo “la profesión más bonita del mundo” por su papel esencial en la producción alimentaria.