En la provincia de Albacete, la Guardia Civil ha procedido a la investigación de un hombre de 40 años, originario de Almería, por un presunto delito contra la seguridad vial. El hombre fue detenido por conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol, una situación considerada grave debido a la naturaleza del vehículo, un articulado, y a las circunstancias en las que fue interceptado.
Los hechos ocurrieron durante un operativo rutinario de vigilancia en la autovía A-33, a cargo del destacamento de tráfico de Almansa. Los agentes de la Guardia Civil observaron una conducción errática: el vehículo realizaba movimientos en zigzag y paradas repentinas, lo que generó sospechas inmediatas. Los agentes actuaron con rapidez y decidieron adelantar el vehículo para dirigirlo a un lugar seguro fuera de la vía donde pudieran proceder con una inspección adecuada.
Al confrontar al conductor, las sospechas de los agentes se intensificaron ante claros indicios de embriaguez. Confirmadas mediante las pruebas de alcoholemia pertinentes, los resultados revelaron un preocupante 0,92 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Esta cifra es alarmante, ya que multiplica por seis el límite legal permitido para conductores de vehículos articulados, fijado en 0,15 miligramos.
Con tales evidencias, el individuo ha sido sometido a un proceso de investigación por un delito contra la seguridad vial. El incidente también implicó la inmovilización del vehículo, que quedó bajo custodia hasta la llegada de un conductor designado por la empresa propietaria. Esta intervención subraya el rigor y la eficacia de las acciones de la Guardia Civil para garantizar la seguridad en las carreteras y prevenir incidentes que pongan en riesgo la vida de los ciudadanos.
