Este domingo 29 de diciembre, la histórica ciudad de Toledo se vestirá de gala para celebrar un evento de gran significancia para la comunidad católica. El arzobispo de Toledo y primado de España, Francisco Cerro Chaves, será el encargado de presidir la solemne misa de apertura del Año Jubilar en la archidiócesis. Durante esta ceremonia, que tendrá lugar en la majestuosa Catedral Primada de Toledo, el arzobispo anunciará oficialmente el inicio del XXVI Sínodo Diocesano.
En un comunicado dominical, Francisco Cerro Chaves ha revelado que el anuncio del Sínodo Diocesano se realizará de manera solemne en este evento, en el que se espera la participación masiva de la comunidad eclesiástica y de los fieles. La celebración comenzará a las 16.30 horas, conforme al Ritual del Jubileo, con una ‘statio’ en el templo de los Sagrados Corazones. A continuación, se desarrollará un camino procesional que incluirá la interpretación de salmos de peregrinación y letanías de los santos, recorriendo varias calles emblemáticas de Toledo para finalizar en la Catedral Primada a través de la histórica puerta del Perdón.
Como parte de la celebración, el arzobispo ha pedido que las campanas de todas las iglesias de la archidiócesis repiquen a las 17.00 horas, creando un ambiente festivo en toda la ciudad. Además, ha solicitado la supresión de las misas en Toledo que coincidan con el evento, con el fin de facilitar la asistencia de los fieles. Los sacerdotes interesados en participar están convocados en la Catedral a las 16.00 horas para formar parte de la peregrinación desde el santuario de los Sagrados Corazones.
Para el Año Jubilar se han designado cinco lugares icónicos de peregrinación dentro de la diócesis, donde los fieles podrán recibir las gracias del Jubileo. Estos incluyen la Catedral Primada de Toledo, las basílicas de Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina, Nuestra Señora de Guadalupe, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz en Urda, y el santuario de la Virgen de la Caridad en Illescas. Aunque la apertura del Año Jubilar se celebrará exclusivamente en la Catedral, la indulgencia podrá ser ganada en diversas residencias y fundaciones de la archidiócesis.
La importancia de este evento radica no solo en la apertura del Año Jubilar, sino también en la convocatoria del Sínodo Diocesano, considerados ambos como momentos cruciales para la vida y compromiso espiritual de la comunidad diocesana. Con estas acciones, la iglesia de Toledo espera fortalecer la fe y fomentar un sentido renovado de unidad y propósito entre sus fieles.