En una velada plagada de encanto y emoción, la histórica ciudad de Toledo se convirtió en el escenario de uno de sus eventos más emblemáticos: la tradicional Cabalgata de Reyes. A pesar de la amenaza de lluvia, miles de residentes locales se congregaron en las calles para recibir con júbilo a Melchor, Gaspar y Baltasar, en una celebración que transcurrió sin ningún incidente relevante.
El espectáculo, que inició a las 18:00 horas, contó con la participación de más de 500 personas. Nueve carrozas diseñadas y fabricadas localmente marcaron la pauta de un desfile también compuesto por siete pasacalles y 30 caballos. El recorrido comenzó en el Centro Cívico de Buenavista, avanzando por la Avenida de Barber y la Avenida de la Reconquista, hasta desembocar en la emblemática Puerta de Bisagra.
A su llegada a este icónico punto de la ciudad, los Reyes Magos fueron recibidos con entusiasmo por el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, acompañado por la vicealcaldesa, Inés Cañizares, y diversos concejales de la Corporación Municipal. Durante este conmovedor acto, se dedicó un pensamiento especial a los niños afectados por el desastre meteorológico conocido como DANA, asegurándoles el respaldo de Toledo en una noche de tan alto significado emocional.
En el ceremonial acto de entrega de las llaves de la ciudad a Sus Majestades, el alcalde Velázquez extendió su agradecimiento a los monarcas por regresar un año más con el propósito de «hacer realidad todos los deseos». Asimismo, dirigió palabras de gratitud hacia los empleados municipales, la Policía Local, la Policía Nacional, Protección Civil y los voluntarios, resaltando su esencial contribución para lograr «una noche tan mágica». Velázquez subrayó que esta Cabalgata representa el «colofón» de una Navidad profundamente toledana, destacando con orgullo que tanto las carrozas como las luces fueron producidas en la ciudad.
Para cerrar su intervención, el alcalde recordó que Toledo encara un prometedor 2024 como Ciudad Europea del Deporte, extendiendo una invitación a todos los ciudadanos a involucrarse en la práctica del deporte y adoptar estilos de vida saludables.
La festividad concluyó en un ambiente de alegría y esperanza, poniendo de manifiesto una vez más el espíritu festivo y la solidaridad que caracteriza a Toledo, y reafirmando su compromiso de ser una ciudad inclusiva y resiliente.