En un acto cargado de entusiasmo y reconocimiento, el delegado de la Junta en Toledo, Álvaro Gutiérrez, visitó la biblioteca de Mascaraque para celebrar su reciente premio en el concurso de animación a la lectura «María Moliner», otorgado por el Ministerio de Cultura en 2024. Este galardón no solo distingue a la biblioteca de Mascaraque, sino también a otras 19 bibliotecas públicas municipales de la provincia de Toledo.
Durante su visita, Gutiérrez, acompañado por el delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, José Gutiérrez, felicitó a Verónica López, la bibliotecaria responsable del proyecto «La biblioteca se sale», y a los 13 alumnos del colegio público «Juan de Padilla», quienes participaron activamente en las propuestas de este innovador proyecto. El alcalde de Mascaraque, Enrique Óvilo, también estuvo presente, compartiendo el reconocimiento.
El proyecto «La biblioteca se sale» busca acercar la cultura a todos los habitantes de Mascaraque a través de una serie de actividades tanto dentro como fuera de la biblioteca. Con más de 65 actividades realizadas, el proyecto incluye talleres, encuentros con autores, concursos y actividades al aire libre en diversos espacios del pueblo, como la plaza del Ayuntamiento y el parque del Paseo, entre otros.
El delegado de la Junta destacó la importancia de tales iniciativas en las pequeñas localidades, subrayando cómo las bibliotecas actúan como dinamizadoras de la vida cultural y social. Alentó la colaboración de los alcaldes y el trabajo comprometido de los bibliotecarios, quienes facilitan que los libros y la cultura sean accesibles para todos.
Las bibliotecas premiadas, además de Mascaraque, incluyen localidades como Ajofrín, Illescas y Mora, entre otras. Este reconocimiento resalta la importancia de las bibliotecas como motores culturales en la provincia, apoyadas decididamente por el Gobierno regional para fomentar la lectura, la creatividad y la investigación.
El proyecto de Mascaraque no solo se ha centrado en aumentar el número de usuarios, sino también en transformar la biblioteca en un espacio vivo y activo, reforzando hábitos de lectura e incentivando la colaboración comunitaria. El acto concluyó con los jóvenes estudiantes plantando simbólicamente una semilla, una representación perfecta de cómo la lectura y la cultura pueden sembrar ideas y crecimiento en las mentes jóvenes.
