El Premio Nacional de Tauromaquia 2024 ha tomado un rumbo novedoso al ser otorgado de forma conjunta al cineasta Albert Serra y a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, en un hecho sin precedentes tras un empate en las votaciones del jurado. Esta decisión fue comunicada durante una reunión celebrada en el histórico Palacio de Fuensalida, en Toledo, y se espera que la ceremonia oficial de entrega tenga lugar en marzo, aunque la fecha exacta aún no ha sido confirmada.
El jurado, compuesto por representantes de nueve comunidades autónomas y diversas entidades del ámbito taurino, ha introducido un nuevo formato para este premio, que anteriormente estaba bajo la gestión del Ministerio de Cultura. Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia, comentó que las deliberaciones fueron especialmente intensas y reñidas, lo que llevó al inusual doble galardón.
Albert Serra ha sido homenajeado por su película «Tardes de soledad», en la que adopta un enfoque cinematográfico innovador para adentrarse en la esencia de la tauromaquia como un ritual cultural. En el documental, Serra examina la figura del torero como un héroe moderno y explora temas profundos como el miedo, la muerte y la belleza. La capacidad del director para elevar la tauromaquia más allá del mero registro documental resultó crucial para la adjudicación del premio. Además, Martín destacó el papel fundamental del torero Andrés Roca Rey en el proyecto, subrayando que su dedicación a la tauromaquia fue vital para la realización del documental.
La Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, celebrando su 120 aniversario, ha sido reconocida por su labor en la conservación y promoción del toro bravo, una pieza clave de la identidad cultural española. El jurado resaltó que esta organización juega un papel imprescindible en la conservación de una tradición que integra la agricultura con la preservación de la biodiversidad.
Previo a la deliberación, tanto Victorino Martín como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, habían expresado críticas hacia la decisión del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de suprimir los premios, calificándola como sectaria y arbitraria. Martín enfatizó la abrumadora respuesta de la sociedad civil, que impulsó la creación de este nuevo formato de premiación.
García-Page, uno de los primeros en reaccionar ante la eliminación de los premios, manifestó su esperanza de que este nuevo galardón sea temporal hasta que el Gobierno central lo restituya. Asimismo, subrayó la relevancia cultural del mundo taurino en Castilla-La Mancha, la región con más eventos taurinos en todo España. El presidente regional enfatizó que la cultura del toro constituye una parte esencial de la identidad local y que su preservación es fundamental para el futuro cultural.