El Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado un paso significativo en sus esfuerzos de conservación del lince ibérico con la liberación de los primeros ejemplares en la provincia de Cuenca, como parte de un ambicioso plan de reintroducción. La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, describió este acontecimiento como un «hito histórico» en el intento de establecer la nueva área de reintroducción llamada ‘La Veguilla y Sierra Jarameña’. Este nuevo espacio se unirá a otras áreas en Montes de Toledo, Sierra Morena Oriental y Occidental, y Campos de Hellín.
Durante la ceremonia de liberación de los linces, se soltó a ‘Ventolera’, una hembra de un año criada en el Centro de Cría en Cautividad del Lince Ibérico de Zarza de Granadilla, y a ‘Uraclio’, un macho de dos años procedente de las poblaciones silvestres de Montes de Toledo. Este evento marca la primera fase de un proyecto que prevé la reintroducción de un total de siete linces en los próximos días.
La elección de ‘La Veguilla y Sierra Jarameña’, que abarca unas 60.000 hectáreas, se basó en detallados estudios que confirmaron la existencia de una adecuada densidad de conejos, principal fuente de alimento del lince, además de la vegetación necesaria para su refugio. Los estudios también consideraron posibles riesgos como envenenamientos, enfermedades felinas y atropellos, garantizando así un entorno seguro para los felinos.
Gómez enfatizó la positiva recepción del proyecto entre la población local, destacando que más del 85% de los habitantes participaron en encuestas y reuniones con cotos de caza y autoridades municipales, demostrando una colaboración efectiva y crucial para el éxito del programa de recuperación del lince. Esta cooperación ha involucrado tanto al sector privado como a los ayuntamientos, quienes han apoyado estos esfuerzos durante más de una década.
Con la inclusión de Cuenca, Castilla-La Mancha cuenta ahora con cuatro provincias que albergan zonas de reintroducción del lince ibérico. Además, la consejera anunció que se están realizando estudios de viabilidad para futuras reintroducciones en la provincia de Guadalajara, específicamente en la ZEPA de la Sierra de Altomira.
Desde que comenzaron las liberaciones en 2014, se han reintroducido un total de 127 linces en la región. Gómez recordó que ‘Uraclio’ es un ejemplar «traslocado», lo que significa que proviene de poblaciones consolidadas y desempeñará un papel crucial en su adaptación a estas nuevas zonas.
De acuerdo con el censo oficial de 2023, Castilla-La Mancha alberga 715 linces, lo que representa el 35% de la población total de la especie en la península ibérica. Los datos provisionales de 2024 indican un aumento significativo en el número de cachorros, lo que podría reforzar la población del lince ibérico en la región aún más.
El evento de liberación contó con la presencia de varias autoridades y estuvo acompañado por cerca de medio centenar de estudiantes del Instituto de Las Pedroñeras ‘Fray Luis de León’, quienes tuvieron la oportunidad de presenciar este importante avance en la conservación de esta emblemática especie.