La tranquilidad habitual de Alovera, un pequeño municipio, se vio alterada por un operativo del Servicio de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (SEDEX). Los agentes se desplazaron de manera urgente a la localidad tras recibir una alerta ciudadana sobre un posible riesgo químico. Un vecino había hallado un bote con aproximadamente 25 gramos de ácido pícrico, conocido por su alta peligrosidad en determinadas condiciones de manejo, y decidió poner la situación en conocimiento de las autoridades competentes.
El ciudadano que alertó a la Guardia Civil relató haber adquirido el ácido pícrico en el pasado, con el fin de utilizarlo para teñir aparejos de pesca. Sin embargo, al informarse más profundamente sobre el potencial peligro de la sustancia, especialmente al exponerse a deterioro o mal manejo, se convenció de que la mejor acción era notificar a las autoridades. Su decisión de comunicar el hallazgo vino motivada por informaciones en medios de comunicación que subrayaban la amenaza que estas sustancias pueden representar.
Tras recibir la comunicación, los efectivos de la Guardia Civil se desplazaron sin dilación al lugar donde se encontraba el bote. Allí constataron que el recipiente presentaba un preocupante estado de conservación que incrementaba el riesgo de un accidente. Los agentes aseguraron el área y, posteriormente, llevaron a cabo la destrucción controlada del ácido pícrico en un entorno seguro, eliminando cualquier potencial peligro para los habitantes y el entorno del municipio.
La actuación de la Guardia Civil fue acompañada de un mensaje a los vecinos sobre la importancia de no manipular ni tocar materiales explosivos si se encuentran por casualidad. Enfatizaron que la acción inmediata más segura para los ciudadanos es alertar a las autoridades a través de los números de emergencia 062 o 112. De esta manera, se puede garantizar una intervención profesional y minimizar cualquier riesgo adicional.
El operativo en Alovera destaca la crucial colaboración ciudadana en situaciones de este tipo. La participación activa de los vecinos y su disposición a alertar sobre situaciones potencialmente peligrosas son esenciales para la prevención de accidentes. Esta intervención de la Guardia Civil pone de relieve el papel fundamental que juega la comunidad en la seguridad colectiva, al tiempo que subraya la importancia de estar bien informado sobre los materiales que se manejan, incluso aquellos que pueden parecer inofensivos en un primer momento.