La consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ha defendido la continuidad de la central nuclear de Trillo, situada en Guadalajara, como una pieza clave en el panorama energético actual de la región. Gómez ha señalado que, en tanto la comunidad autónoma no alcance la autosuficiencia en energía renovable ni desarrolle una infraestructura adecuada de subestaciones y redes de transporte, la central nuclear seguirá siendo vital para proveer los 1.000 megavatios que actualmente aporta.
Estas declaraciones fueron realizadas durante su intervención en la jornada “En clave energía: renovables, desarrollo sostenible”, organizada en colaboración con el periódico Nueva Alcarria. En este evento, la consejera resaltó que, aunque la central de Trillo contribuye significativamente al suministro eléctrico del país, la energía que produce no se clasifica como renovable, a pesar de que su impacto en términos de emisiones de CO2 es bajo.
Gómez destacó la importancia de planificar el futuro energético de Castilla-La Mancha hacia el año 2035, fecha en la que se prevé el inicio del desmantelamiento de la central nuclear de Trillo. La consejera hizo un llamado a evaluar detenidamente si la región estará preparada para prescindir de esta fuente de energía dentro de más de una década.
Asimismo, Gómez se refirió al desmantelamiento de la central nuclear de Zorita, la más veterana del país. La consejera aseguró que el proceso avanza según lo planificado y sin presentar inconvenientes. A pesar de que el Instituto de Transición Justa es el responsable de estas tareas, el gobierno regional mantiene un seguimiento atento de los trabajos de limpieza en el área circundante a la central “José Cabrera”.
Para mitigar el impacto socioeconómico del cierre de la planta de Zorita, Gómez anunció la implementación de ayudas adicionales dirigidas a los municipios afectados. Estas subvenciones están destinadas a fomentar la creación de desarrollos industriales en la zona, compensando así la pérdida de empleos y ofreciendo una «ventaja competitiva» para atraer nuevas inversiones industriales a la región.