Los habitantes de diversas localidades en Toledo han experimentado un día de incertidumbre tras recibir mensajes de advertencia en sus teléfonos móviles sobre el riesgo de inundación, motivado por el desbordamiento del río Alberche. Santa Cruz de Retamar, Escalona, Hormigos, El Casar de Escalona, Cardiel de los Montes, Cazalegas y Talavera de la Reina son las áreas que podrían verse más afectadas.
La alerta fue transmitida por Protección Civil, exhortando a los residentes a evitar desplazamientos innecesarios y abstenerse de cruzar áreas susceptibles a inundaciones. Se aconseja a quienes vivan en zonas con riesgo de inundación buscar refugio en lugares elevados, como pisos superiores, y seguir de manera estricta las instrucciones proporcionadas por las autoridades locales. Asimismo, se ha pedido limitar las llamadas al 112 exclusivamente a situaciones de emergencia.
Esta medida preventiva fue decidida por la Dirección del Plan Especial de Protección Civil para Riesgos de Inundaciones de Castilla-La Mancha (Pricam) debido al aumento del caudal del río provocado por los desembalses de los pantanos de Picadas y San Juan, localizados en la Comunidad de Madrid. La decisión se tomó durante una reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecop), en el marco de la activación del Pricam en Fase de Emergencia, Situación Operativa 1, que afecta tanto a Toledo como a Guadalajara. Esta fase se amplió después de una alerta inicial declarada para toda la comunidad autónoma el pasado 8 de marzo.
Antes de la difusión del mensaje de Es-Alert, el Servicio de Emergencias 112 de Castilla-La Mancha contactó con los ayuntamientos de los municipios potencialmente afectados. Se advirtió también a los grupos de acción que, en caso de emergencia, tendrían que intervenir. Además, se solicitó a los alcaldes un monitoreo especial de las personas con movilidad reducida que viven en áreas propensas a inundarse.
La activación del Pricam en esta fase de emergencia habilita al Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2 a colaborar estrechamente con los gobiernos locales y grupos de intervención para implementar las necesarias medidas de prevención, seguimiento y reacción ante esta crítica situación. La evolución de la misma y las incidencias reportadas al 1-1-2 serán evaluadas de manera continua para ajustar el nivel de respuesta según las necesidades.
Este protocolo forma parte de una estrategia integral del gobierno regional destinada a ofrecer una respuesta planificada y coordinada frente a emergencias, optimizando los recursos disponibles para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos. El objetivo es garantizar que, ante la amenaza inminente del desbordamiento, los residentes de Toledo estén adecuadamente preparados y protegidos.
