Los históricos puentes de Alcántara y San Martín en Toledo han reabierto al tráfico tras una meticulosa inspección técnica llevada a cabo durante la tarde. Este procedimiento, que se realizó como medida preventiva, fue ejecutado por un equipo multidisciplinario de técnicos municipales pertenecientes a diversas áreas, como Ingeniería, Arqueología, Arquitectura, Urbanismo, Bomberos, Policía Local y Protección Civil. Además, la inspección contó con la participación de empresas especializadas en estructuras y fue supervisada personalmente por el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez.
La revisión técnica se desencadenó por precaución después de los incidentes sucedidos en Talavera de la Reina. Fue decisivo para tomar la decisión de cerrar provisionalmente los puentes la noche anterior. No obstante, tras la inspección, se determinó que era seguro reabrirlos, aunque las autoridades recalcaron la necesidad de actuar con prudencia en estos casos. Carlos Velázquez subrayó la importancia del Puente de San Martín, que es especialmente relevante para el acceso al emblemático Casco Histórico de Toledo. Tal urgencia en la inspección se debía a la necesidad de garantizar la seguridad antes de la llegada del lunes.
Entre los asistentes a la inspección estuvieron la vicealcaldesa Inés Cañizares y varios concejales, tales como el de Planeamiento Urbanístico, el del Río Tajo, Rubén Lozano, el de Movilidad, Iñaki Jiménez, y el de Turismo, José Manuel Velasco. Durante el proceso, los bomberos utilizaron un dron para capturar imágenes detalladas del río y sus alrededores. El alcalde recordó que la titularidad de ambos puentes corresponde al Ministerio de Cultura y que ya se ha solicitado una inspección principal de las estructuras a la Delegación del Gobierno.
En las próximas jornadas, el Ayuntamiento mantendrá una vigilancia constante sobre el estado del Puente de Alcántara y el Puente de San Martín, así como de otras infraestructuras situadas sobre el río Tajo. Velázquez exhortó a los ciudadanos a mantener la cautela y evitar transitar por las zonas que permanecen cerradas, a pesar del atractivo visual que pueda ofrecer el descenso del nivel del río. La inspección y el subsecuente monitoreo tienen como objetivo garantizar la seguridad de los ciudadanos y la preservación del patrimonio cultural de Toledo.