Toledo ha sido escenario este lunes de un significativo avance en el ámbito de la Atención Temprana en Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page, presidente regional, visitó las instalaciones del Servicio de Atención Temprana en el Hospital Universitario de Toledo, marcando un hito en la integración de recursos públicos y del tercer sector para la atención especializada desde el nacimiento.
Acompañado de figuras destacadas del gobierno regional y del complejo hospitalario, García-Page exploró un modelo innovador que une los esfuerzos del sistema sanitario, los Servicios Sociales y entidades del Tercer Sector. Bárbara García Torijano, consejera de Bienestar Social, resaltó los logros en la atención a menores durante la última década, duplicando el número de niños con necesidades de aprendizaje atendidos y ampliando la financiación en un 126 por ciento, alcanzando los 11,8 millones de euros proyectados para 2025.
Desde 2014, el número de menores atendidos ha crecido significativamente, con un aumento del 96 por ciento, llegando a los 8.000 niños estimados para este año. Esto ha sido posible gracias a una red de 69 servicios que priorizan la detección precoz y el apoyo continuo a las familias.
La consejera también señaló la incorporación de 144 nuevos profesionales, aumentando en un 60 por ciento la plantilla que alcanzará los 413 especialistas para 2025. El servicio en el Hospital Universitario, gestionado por ‘Apanas’ y ‘Crecer’, colabora estrechamente con el SESCAM y extiende sus servicios también a Albacete y Ciudad Real. Este enfoque permite una atención integral desde el nacimiento, involucrando pediatras, neonatólogos y trabajadores sociales en un esfuerzo conjunto.
Alberto Jara, director gerente del SESCAM, reafirmó el compromiso de la Consejería de Sanidad para expandir este modelo a Cuenca y Guadalajara. Desde su implementación, el servicio ha brindado atención a niños grandes prematuros y ha respondido a necesidades específicas como la rehabilitación y la cirugía de frenillo sublingual.
Este programa no solo aumentará la capacidad de respuesta hacia más niños, sino que también fortalecerá el trabajo interadministrativo y la colaboración con asociaciones. El objetivo final es optimizar la calidad de la atención y asegurar la continuidad en los cuidados para neonatos en riesgo, además de equipar a las familias con habilidades para el cuidado tras el alta hospitalaria.