Las labores de modernización y peatonalización en el centro de Ciudad Real han dado pie a una ambiciosa prospección arqueológica en la emblemática Plaza del Pilar. Con el objetivo de arrojar luz sobre los orígenes del casco histórico de la capital, el alcalde Francisco Cañizares y el concejal de Obras, Miguel Hervás, han supervisado personalmente las excavaciones, junto a técnicos municipales y representantes de la empresa encargada del proyecto arqueológico.
La intervención, llevada a cabo bajo estricto control arqueológico, pretende desenterrar detalles cronológicos hasta ahora desconocidos de la Plaza del Pilar, una zona de alto valor histórico. «Estamos aprovechando las profundas reformas del entorno para desvelar datos que podrían esclarecer aspectos cruciales sobre la fundación y desarrollo de Ciudad Real,» señaló Cañizares. El alcalde destacó que esta iniciativa es parte de un esfuerzo por combinar la modernización urbana con la preservación y comprensión del patrimonio cultural. “Esperamos que esta excavación, de hasta dos metros de profundidad, ofrezca nueva información sobre nuestros orígenes,” añadió.
En las fases iniciales de la excavación ya se han identificado al menos dos pisos de pavimento, lo que podría ofrecer información valiosa sobre las diferentes etapas de ocupación y evolución de la plaza. Esta investigación arqueológica se integra en el proyecto más amplio de peatonalización sostenible del centro de Ciudad Real, un esfuerzo que incluye la transformación de diez calles con un presupuesto aproximado de 2,8 millones de euros. La financiación del proyecto es compartida entre la Unión Europea, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y el Ayuntamiento local.
Miguel Hervás ha declarado que «los trabajos avanzan a buen ritmo,» con varias calles ya abiertas al tránsito peatonal, incluyendo Ciruela, Avenida Rey Santo, Pasaje de la Pandorga, Reyes, Caballeros y Paseo del Prado. Próximamente, se prevé que las intervenciones continúen en la Plaza del Pilar, así como en las calles Juan II y Postas, prometiendo generar un espacio urbano que respete tanto el legado histórico como las necesidades contemporáneas de movilidad y sostenibilidad.