En Manzanares, Ciudad Real, un grupo de profesionales de la Gerencia de Atención Integrada está liderando un prometedor proyecto de investigación para arrojar luz sobre la Sensibilidad Química Múltiple (SQM), una enfermedad crónica que a menudo pasa desapercibida. La SQM se caracteriza por provocar reacciones adversas ante bajas concentraciones de productos químicos comunes, y puede causar dolores de cabeza, fatiga extrema y dificultades respiratorias, entre otros síntomas debilitantes.
El equipo, conocido como InveGAIm, está compuesto por investigadores médicos y de enfermería, quienes cuentan con el apoyo de IDISCAM y trabajan colaborativamente con el Instituto de Investigación en Combustión y Contaminación Atmosférica de la UCLM. Junto a ellos, colaboran también la asociación de pacientes SFC-SQM Castilla-La Mancha y la Confederación Nacional (CONFESQ).
A pesar de que la SQM es una enfermedad reconocida por su elevado impacto en la vida diaria de los pacientes, sigue siendo difícil de diagnosticar debido a su etiología desconocida. Como menciona la doctora Carmen Granda, uno de los retos más significativos es desarrollar estrategias eficaces de prevención, basadas en evitar la exposición a los posibles desencadenantes.
El proyecto ha dado un paso importante con el lanzamiento de la primera ‘Encuesta Nacional sobre Sensibilidad Química Múltiple’, diseñada para entender mejor el impacto de los factores asociados a esta enfermedad en la población española. La doctora Laura Cervantes subraya la importancia de esta iniciativa para visibilizar la SQM y mejorar tanto el diagnóstico como la calidad de vida de los afectados.
Además, el enfoque de esta investigación no solo beneficia a los pacientes con SQM, sino también a la sociedad en general. Los problemas de salud relacionados con sustancias químicas en el medio ambiente son numerosos, y el estudio resalta la necesidad de entender cómo estos factores pueden afectar nuestra salud. Desde la acumulación de micro y nanoplásticos en organismos hasta los dañinos compuestos orgánicos volátiles, la investigación aboga por una mayor sensibilización social y regulatoria.
En línea con el concepto de ‘One Health’ promovido por la OMS, este estudio subraya la interdependencia esencial entre la salud humana y el medio ambiente. Así, se busca promover investigaciones que enriquezcan nuestro conocimiento sobre estos riesgos, fomentar el uso de alternativas más seguras y concienciar a la población y reguladores para reducir la exposición a esos factores perjudiciales.
