El Partido Popular (PP) ha iniciado una ofensiva política en Castilla-La Mancha para presionar a los dirigentes socialistas a retirar su apoyo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y forzar así la convocatoria de elecciones generales. Este lunes, el PP comenzará a presentar mociones e iniciativas en diversas instituciones de la región, incluidas las Cortes, ayuntamientos y diputaciones.
Paco Núñez, presidente del PP castellanomanchego, anunció esta estrategia tras una reunión del Comité de Dirección regional. Núñez apeló a la conciencia de los líderes socialistas, instándolos a «acabar con esta agonía». Según sus declaraciones, la legislatura está «corrompida por la corrupción del PSOE» y urgió a los socialistas a decidir si respaldan al PSOE de Ábalos y Santos Cerdán o si priorizan el bienestar del país y sus ciudadanos.
El líder del PP también dirigió un mensaje a los ocho diputados socialistas que representan a Castilla-La Mancha en el Congreso, exhortándolos a retirar su apoyo a Sánchez, lo que provocaría una caída del gobierno y la subsecuente convocatoria de elecciones. Núñez afirmó que no busca que el PP asuma el poder, sino que se permita que el proceso democrático continúe con la celebración de nuevas elecciones.
Además, el PP planea trasladar a todos los ayuntamientos y diputaciones de la comunidad una moción que apoye esta demanda, resaltando la necesidad de una respuesta unánime en favor de elecciones generales. También se ha anunciado que solicitarán un debate en las Cortes este jueves sobre el fin del Gobierno central y la inmediata convocatoria electoral.
Núñez cuestionó la postura del presidente de la Junta, Emiliano García-Page, en relación a la convocatoria de elecciones generales, sugiriendo que el «silencio cómplice» de García-Page podría obedecer a motivos personales o electorales. Según Núñez, el presidente regional no está actuando a pesar de tener la capacidad para hacerlo, insinuando la posible existencia de «intereses ocultos» detrás de su inacción.
El líder popular sugirió que García-Page podría estar interesado en mantener su imagen de «socialista bueno» frente a un Gobierno de su mismo partido, lo que, en su opinión, podría explicar su reluctancia a promover una convocatoria electoral inmediata.