El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado un paso clave hacia el fortalecimiento de la educación ambiental en la región al autorizar la licitación del contrato de servicios de asistencia técnica para el Programa de Educación Ambiental Regional 2025-2028. Este contrato, valorado en 899.402 euros y distribuido en cuatro anualidades, busca asegurar la continuidad de las iniciativas educativas en las cinco provincias de la comunidad, según anunció la portavoz del Ejecutivo regional, Esther Padilla, en una reciente conferencia de prensa.
El programa tiene como objetivo consolidar una planificación coordinada dentro del marco de la Estrategia de Educación Ambiental de Castilla-La Mancha, Horizonte 2030. Esta estrategia, aprobada en 2020, establece un esquema de 55 acciones distribuidas en tres fases, con una inversión total cercana a los cuatro millones de euros. Gracias a esta planificación, se han desarrollado ya unas 1.200 actividades que han involucrado a más de 80.000 personas.
Padilla subrayó la importancia de involucrar a la ciudadanía en la conservación del medio ambiente y promover los valores necesarios para ello. Haciendo referencia al tercer informe sobre la percepción social de la transición ecológica en España, del Observatorio de Transición Justa, indicó que el 63% de los españoles considera prioritario combatir el cambio climático.
El contrato en cuestión está dividido en cinco lotes, uno por cada provincia, y abarca la preparación, coordinación, difusión y ejecución de actividades dentro de tres programas distintos: CENTRO (en centros de interpretación o espacios protegidos), AULA (en centros educativos) y NATURA (en espacios naturales). Estos programas están destinados tanto a la comunidad escolar como a otros colectivos ciudadanos.
Se espera que estas acciones alcancen a más de 120.000 personas en los próximos años, incluyendo la adquisición de materiales, la organización de desplazamientos y la evaluación de resultados.
El compromiso del Gobierno regional con la sostenibilidad se refleja tanto en la promoción de políticas públicas respetuosas con el entorno como en el fomento de una ciudadanía activa y consciente de su rol en la protección ambiental. Padilla recalcó que Castilla-La Mancha está trabajando hacia un modelo integrador con la administración regional liderando estos esfuerzos junto a instituciones educativas y otras entidades.
La educación ambiental es vista por el Gobierno como una herramienta estratégica en la transformación social, especialmente frente a desafíos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desertización. Además, se hizo hincapié en que la educación ambiental es crucial para enfrentar crisis migratorias provocadas por el deterioro ambiental, al implicar a toda la sociedad en esta lucha común.