En Chinchilla de Montearagón, provincia de Albacete, el Museo de Cerámica Nacional ha celebrado su 45 aniversario con un emotivo acto que ha reunido a representantes del ámbito cultural y político de la región. Diego Pérez, delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, destacó el papel esencial del museo como guardián del arte alfarero tradicional, afirmando que es un «espacio único que ha sabido conservar y dignificar» esta forma de expresión artística.
La conmemoración contó con la presencia de Llanos Valero, delegada provincial de Desarrollo Sostenible; Francisco García, diputado provincial; Francisco Morote, alcalde de Chinchilla; y Elisa Belmonte, directora del museo. El evento fue amenizado por el Grupo de Folklore Romería de San Miguel, que añadió un toque festivo a la jornada.
Durante su intervención, Pérez enfatizó la labor pionera de recopilación de material realizada por Carmina Useros y Manuel Belmonte entre 1973 y 1980. Gracias a su esfuerzo, el museo alberga hoy más de 2,000 piezas de alfarería procedentes de 576 alfares de 47 provincias, preservando un legado que en su momento estuvo en riesgo de desaparecer.
Ubicado en el pintoresco barrio de Santa Ana, el museo se erige en un edificio diseñado por Carlos Belmonte y se integra armoniosamente en su entorno histórico. Bajo la dirección de Elisa Belmonte, el museo continúa siendo un referente en la educación, investigación y difusión del patrimonio cerámico. A lo largo de estas décadas, ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo cultural de Chinchilla de Montearagón, atrayendo visitantes y expertos interesados en el arte popular.
Este aniversario no solo celebra el pasado del museo, sino también su continuo compromiso con la preservación y promoción de la cerámica como una manifestación cultural valiosa y viva.