El concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, ha presentado 17 alegaciones a la nueva ordenanza que regula la actividad turística y la convivencia ciudadana en la ciudad. Según Fernández, la normativa es «tardía, incompleta e inconcreta» y no resolverá los problemas que se pretende abordar. Una de sus principales demandas es reducir el número máximo de personas en los grupos turísticos a 20, mientras que la normativa actual permite hasta 50 en general y 30 en zonas específicas como la calle Hombre de Palo.
Fernández considera que la normativa es «irracional» y duda de la eficacia de cualquier sistema de control propuesto, señalando la falta de garantías en su implementación. Entre sus alegaciones, propone ampliar las restricciones de circulación de grupos turísticos a áreas emblemáticas como la plaza de Zocodover, la calle Sillería y la plaza de San Vicente.
También destaca la necesidad de regular el impacto de los grupos turísticos en infraestructuras públicas, como los remontes mecánicos de Safont y Recaredo. Además, pide mayor claridad sobre lo permitido bajo la nueva ordenanza.
En relación a los ‘free tours’, Fernández sugiere prohibir la ocupación de espacios públicos para actividades comerciales y controlar el contenido de los relatos ofrecidos a los turistas. Propone que el Ayuntamiento, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo revisen dichos relatos debido a su carácter «peculiar».
Fernández también aboga por prohibir el uso de megáfonos en espacios públicos y definir claramente el concepto de «hora punta» para coincidir con los horarios de carga y descarga, facilitando así el trabajo de las empresas del Casco Histórico.
En el ámbito sancionador, Izquierda Unida plantea que solo la Policía Local esté autorizada a emitir denuncias y sugiere que las sanciones por faltas leves sean de 750 euros, en lugar del rango actual de 0 a 750 euros.
Por último, Fernández subraya la importancia de un turismo inclusivo, sugiriendo el uso de códigos QR o paneles en braille para personas con discapacidad. También propone que el nuevo Consejo Local de Turismo incremente la representación vecinal y reduzca la de representantes empresariales, buscando un enfoque más colegiado y atento a las necesidades de la comunidad.