La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores ha lanzado un informe que expone las precarias condiciones laborales en las que se encuentran quienes trabajan en viviendas de uso turístico. El estudio revela que una significativa porción de estos empleados son migrantes que, en muchos casos, realizan sus tareas sin contar con un contrato formal, situándolos en una clara situación de vulnerabilidad y negándoles derechos laborales fundamentales.
La falta de contratos no solo compromete la estabilidad laboral de estos trabajadores, sino que también significa la ausencia de beneficios sociales y protección en caso de accidentes o enfermedades relacionadas con su trabajo. Esta precariedad se siente de manera más aguda entre los trabajadores migrantes, quienes además enfrentan barreras lingüísticas y culturales, lo que les dificulta integrarse y acceder a recursos legales.
Muchos migrantes, impulsados por condiciones económicas adversas y en busca de mejores oportunidades, aceptan estas condiciones laborales adversas. No obstante, la realidad que enfrentan se traduce en largas jornadas y exposición a posibles abusos laborales.
El informe pone de manifiesto la necesidad urgente de implementar medidas que aseguren el cumplimiento de las leyes laborales vigentes y fomenten la regularización de estos empleos. La organización insta a las autoridades a intensificar la supervisión de estas prácticas para garantizar que todos los trabajadores accedan a condiciones laborales justas, independientemente de su origen o situación migratoria.
Con este documento, la Unión busca visibilizar una problemática que afecta a numerosas personas y promueve un cambio en beneficio de los trabajadores del sector turístico, especialmente aquellos que han migrado en busca de mejores oportunidades.